39 Poemas cristianos 

I SI EMPIEZAS A CRUZAR POR...

Enviado por yasmany  Seguir

I
Si empiezas a cruzar por un desierto y miras que tu cielo se oscurece, si estás entre los vivos pero muerto y el eco de tu voz desaparece,
es tiempo de que clames de rodillas delante de Jesús si estás caído, recuerda que si a Cristo tú te humillas entonces vas a ser enaltecido.
Escóndete en sus alas protectoras y deja que su gloria te ilumine, tus lágrimas Él mira cuando lloras, permite que Jesús las extermine.
Desecha tus temores y el hastío,
con su ayuda podrás saltar las vallas.
Si dejas que Dios llene tu vacío obtendrás la victoria en tus batallas.
II
No sufras por tus cielos si están grises, entrégame tu vida en este instante,
la tierra que te doy es la que pises y el agua en tu jardín será abundante.
Si el agua de tu río se ha secado, si miras que tu tierra está desierta, es tiempo de que tomes el arado y atiendas mis avisos a tu puerta.
No temas al maligno que te acecha,
confía en mis promesas victoriosas,
camina en pos de mí-la puerta estrecha-
y tendrás la alegría más gloriosa.
Entrégame tus cargas y tus penas, permite que te cure las heridas. Yo quiero bendecirte a manos llenas y voy a levantarte en tus caídas.

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NOCTURNA SUMA

Deletreo el espacio y no comprendo
esas gotas de luz en plena noche
que tiemblan, que se ensanchan, que se encogen,
y expresan desde el cielo
las frases de su pulso luminoso.

Yo no sé si es altura o es abismo
el sitio en donde asoman,
o si son o no son; pero las miro
como enjambre de islas en incendio
y sufro su atracción, su intenso brillo,
su tímido mirar...

Las cuento, muchas veces, muchas veces...
Me olvido de la cuenta y me detengo
para empezar la cuenta nuevamente,
y la vuelvo a perder, cayendo siempre
en la fuga de un número disperso.

Las cuento, muchas veces, muchas veces...
Y si gozo al contar, es porque siento
que capto más y más, al Creador,
cuando sumo y me sumo en sus estrellas.

Autor del poema: Elías Nandino

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Escuchar a Dios

Enviado por gabl  Seguir


Escucho a Dios en mi mente,
En mi alma, En mi corazón,
En mis sentidos.
En el silencio de la noches.
En cada despertar
En el nuevo día
En las hojas que caen de los árboles
En la naturaleza.
Escucho a Dios,
En todas partes,
Él me habla...


gbl
06/06/2018
Derechos Reservados de Autor

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PENSAMIENTOS

Qué es el hombre
se pregunta Pascal:
Una potencia de exponente cero.
Nada
si se compara con el todo
Todo
si se compara con la nada:
Nacimiento más muerte:
Ruido multiplicado por silencio:
Medio aritmético entre el todo y la nada.

Autor del poema: Nicanor Parra

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SONETO XVIII

¿Qué tengo yo que mi amistad procuras?
¿Qué interés se te sigue, Jesús mío,
que a mi puerta, cubierto de rocío,
pasas las noches del invierno escuras?
¡Oh, cuánto fueron mis entrañas duras,
pues no te abrí! ¡Qué estraño desvarío
si de mi ingratitud el yelo frío
secó las llagas de tus plantas puras!

¡Cuántas veces el ángel me decía:
Alma, asómate agora a la ventana,
verás con cuánto amor llamar porfía!

¡Y cuántas, hermosura soberana:
Mañana le abriremos -- respondía --,
para lo mismo responder mañana!

Autor del poema: Lope de Vega

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VIERNES SANTO

El sol de Abril aun es ardiente y bueno
y el surco, de la espera, resplandece;
pero hoy no llenes l'ansia de su seno,
porque Jesús padece.

No remuevas la tierra. Deja, mansa
la mano y el arado; echa las mieses
cuando ya nos devuelvan la esperanza,
que aun Jesús padece.

Ya sudó sangre bajo los olivos,
y oyó al que amó que lo negó tres veces.
Mas, rebelde de amor, tiene aún latidos,
¡aun padece!

Porque tú, labrador, siembras odiando
y yo tengo rencor cuando anochece,
y un niño hoy va como un hombre llorando,
Jesús padece.

Está sobre el madero todavía
y sed tremenda el labio le estremece.
¡Odio mi pan, mi estrofa y mi alegría,
porque Jesús padece!

Autor del poema: Gabriela Mistral

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AL OÍDO DEL CRISTO (I)

Cristo, el de las carnes en gajos abiertas;
Cristo, el de las venas vaciadas en ríos:
estas pobres gentes del siglo están muertas
de una laxitud, de un miedo, de un frío!

A la cabecera de sus lechos eres,
si te tienen, forma demasiado cruenta,
sin esas blanduras que aman las mujeres
y con esas marcas de vida violenta.

No te escupirían por creerte loco,
no fueran capaces de amarte tampoco
así, con sus ímpetus laxos y marchitos.

Porque como Lázaro ya hieden, ya hieden,
por no disgregarse, mejor no se mueven.
¡Ni el amor ni el odio les arrancan gritos!

Autor del poema: Gabriela Mistral

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LA ANUNCIACIÓN - ENCARNACIÓN

Estaba María santa
Contemplando las grandezas
De la que de Dios sería
Madre santa y Virgen bella
El libro en la mano hermosa,
Que escribieron los profetas,
Cuanto dicen de la Virgen

¡Oh qué bien que lo contempla!
Madre de Dios y virgen entera,
Madre de Dios, divina doncella.

Bajó del cielo un arcángel,
Y haciéndole reverencia,
Dios te salve, le decía,
María, de gracia llena.
Admirada está la Virgen
Cuando al Sí de su respuesta
Tomó el Verbo carne humana,
Y salió el sol de la estrella.
Madre de Dios y virgen entera,
Madre de Dios, divina doncella.

Autor del poema: Lope de Vega

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El mundo de hoy en día

Enviado por elpoetamarginal  Seguir

El mundo esta podrido
ya no hay samaritanos
que ayudan al hombre perdido
porque la ambición los ha corrompido.

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EN EL JARDÍN DEL CIELO ESTÁ TU NOMBRE...

En el jardín del cielo está tu nombre
como el malva de luz de la mañana.
En el jardín del cielo, un ángel niño
jugando está con tu sonrisa, hermana.

Déjame que te llame, que me asombre
de verte aquí con tu delirio grana.
Blanco, como la luna de tu nombre
como el marfil de luz de la mañana.

Oh dulce niña, que del cielo vienes
a escrutar el dolor de tus hermanos,
y te deshojas en rosal y nieves,
en manantial de música divina.
Celeste coro de ángeles enanos
en torno de tu alma matutina.

Autor del poema: Ricardo Peña

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