39 Poemas nicaragüenses 

LAMENTACIÓN DE ARIADNA

No te pierdas, Teseo
vuelve a mí.
La playa está desierta
tengo los pies sangrientos
de correr en tu busca
¿será que me engañaste
dejándome dormida en esta isla?
Perdóname, Teseo
¿Recuerdas nuestro encuentro?
amor eterno me juraste
y yo te di el ovillo
y volviste a la luz
después de haber destruido
al minotauro.
¿Te secuestró algún dios
sintiéndose celoso?
No me inspiran temor
ni Poseidón
ni Zeus
es de fuego mi ira
y se alzará
desde estas aguas
hasta el cielo.
Vuelve,
vuelve, Teseo
no te pierdas
en los laberintos
de la muerte
anda suelto
el ovillo de mi amor
atrápalo, Teseo
vuelve a mí
soy tu tierra
tu luna
tu destino.
Clava en mí tus raíces.

Autor del poema: Claribel Alegría

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AQUEL PADRE VALLE

Aquel Padre Valle! verdaderamente,
que así fueran todos; pero no, señor.
Los otros reciben de la mala gente-
Barba Azules, lobos-, en Tono Mayor,

Dignas alabanzas: muy inteligente,
de buenas maneras, culto, liberal,
no anda con los pobres, sigue la corriente
del mundo, sin regla de uso medioeval;

Dice a los ministros, mi querido amigo,
visita al banquero, tiene mucha influencia,
las viudas enfermas ignoran su abrigo,
pero los señores le piden audiencia.

Las viudas enfermas ignoran su abrigo,
pero los señores le piden audiencia.

Este Padre Valle pasa lejos, lejos,
como un evangelio bello y silencioso;
este Padre Valle tiene los reflejos
super inefables del amor hermoso.

Sus ojos, sus labios, «Leyenda Dorada»
y «Brujas la Muerta» en la imitación
de Cristo; celebra su misa rezada.
Y el camino bello de la perfección,

es su buen amigo. Al verlo deseo
suprimir el lujo de los monseñores,
para cantar Gloria in Excelsis Deo
con la silenciosa voz de los pastores.

Que iban florecidos en la noche aquella,
en el día blanco de la noche buena:
la mula y el buey, mansos, y la estrella
y la virgen ¡Ave Gratia Plena!

Hermano de versos dormidos, poeta,
hay dísticos, perlas de doble fulgor:
por el Padre Valle, Safiro y Violeta,
la luz de tu libro segundo y menor.

Autor del poema: Azarías H. Pallais

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LA MARIPOSA

Ya la ceiba no existe
derrumbaron mi ceiba
se hicieron añicos los espejos
eché a secar mi Río
y se escondió la luna.
Estoy vacía de deseos
mi espada
en su estuche de satén.
¿Por qué ahora
por qué
busca seducirme
la poesía?
Entró por la ventana
y se posó en mi mano
la miré con nostalgia
se entreabrieron mis labios
y con un leve soplo
la alejé.

Autor del poema: Claribel Alegría

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LOS PORTADORES DE SUEÑOS

En todas las profecías
está escrita la destrucción del mundo.

Todas las profecías cuentan
que el hombre creará su propia destrucción.

Pero los siglos y la vida
que siempre se renueva
engendraron también una generación
de amadores y soñadores,
hombres y mujeres que no soñaron
con la destrucción del mundo,
sino con la construcción del mundo
de las mariposas y los ruiseñores.

Desde pequeños venían marcados por el amor.
Detrás de su apariencia cotidiana
Guardaban la ternura y el sol de medianoche.
Las madres los encontraban llorando
por un pájaro muerto
y más tarde también los encontraron a muchos
muertos como pájaros.
Estos seres cohabitaron con mujeres traslúcidas
y las dejaron preñadas de miel y de hijos verdecidos
por un invierno de caricias.
Así fue como proliferaron en el mundo los portadores sueños,
atacados ferozmente por los portadores de profecías
habladoras
de catástrofes.
los llamaron ilusos, románticos, pensadores de
utopías
dijeron que sus palabras eran viejas
y, en efecto, lo eran porque la memoria del paraíso
es antigua
el corazón del hombre.
Los acumuladores de riquezas les temían
lanzaban sus ejércitos contra ellos,
pero los portadores de sueños todas las noches
hacían el amor
y seguía brotando su semilla del vientre de ellas
que no sólo portaban sueños sino que los
multiplicaban
y los hacían correr y hablar.
De esta forma el mundo engendró de nuevo su vida
como también había engendrado
a los que inventaron la manera
de apagar el sol.
Los portadores de sueños sobrevivieron a los
climas gélidos
pero en los climas cálidos casi parecían brotar por
generación espontánea.
Quizá las palmeras, los cielos azules, las lluvias
torrenciales
Tuvieron algo que ver con esto,
La verdad es que como laboriosas hormiguitas
estos especímenes no dejaban de soñar y de construir
hermosos mundos,
mundos de hermanos, de hombres y mujeres que se
llamaban compañeros,
que se enseñaban unos a otros a leer, se consolaban
en las muertes,
se curaban y cuidaban entre ellos, se querían, se
ayudaban en el
arte de querer y en la defensa de la felicidad.

Eran felices en su mundo de azúcar y de viento
de todas partes venían a impregnarse de su aliento
de sus claras miradas
hacia todas partes salían los que habían conocido
portando sueños
soñando con profecías nuevas
que hablaban de tiempos de mariposas y ruiseñores
y de que el mundo no tendría que terminar en la
hecatombe.
Por el contrario, los científicos diseñarían
puentes, jardines, juguetes sorprendentes
para hacer más gozosa la felicidad del hombre.

Son peligrosos - imprimían las grandes
rotativas
Son peligrosos - decían los presidentes
en sus discursos
Son peligrosos - murmuraban los artífices de la guerra.

Hay que destruirlos - imprimían las grandes
rotativas
Hay que destruirlos - decían los presidentes en sus
discursos
Hay que destruirlos - murmuraban los artífices de la guerra.

Los portadores de sueños conocían su poder
por eso no se extrañaban
también sabían que la vida los había engendrado
para protegerse de la muerte que anuncian las
profecías
y por eso defendían su vida aun con la muerte.
Por eso cultivaban jardines de sueños
y los exportaban con grandes lazos de colores.
Los profetas de la oscuridad se pasaban noches
y días enteros
vigilando los pasajes y los caminos
buscando estos peligrosos cargamentos
que nunca lograban atrapar
porque el que no tiene ojos para soñar
no ve los sueños ni de día, ni de noche.
Y en el mundo se ha desatado un gran tráfico de
sueños
que no pueden detener los traficantes de la muerte;
por doquier hay paquetes con grandes lazos
que sólo esta nueva raza de hombres puede ver
la semilla de estos sueños no se puede detectar
porque va envuelta en rojos corazones
en amplios vestidos de maternidad
donde piececitos soñadores alborotan los vientres
que los albergan.

Dicen que la tierra después de parirlos
desencadenó un cielo de arcoiris
y sopló de fecundidad las raíces de los árboles.
Nosotros sólo sabemos que los hemos visto
sabemos que la vida los engendró
para protegerse de la muerte que anuncian las
profecías.

Autor del poema: Gioconda Belli

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CANTO DE LA ESPOSA

Carpintero, labra, carpintero,
labra mi cuerpo entero.
Hazme silla para tu descanso, cama para tu sueño,
tu sueño entero, carpintero.
Hazme mesa para tu almuerzo,
come, carpintero hambriento.
Sueña, carpintero despierto,
pero labra, carpintero,
labra mi cuerpo entero.

Trabájame, artesano,
con el trabajo de tu mano.
Haz de mi cuerpo un lecho, de mi mano un vaso.
Hiéreme con tu amor de filo rápido,
córtame la flor,
corta el racimo de sueños enamorados,
corta también la hoja, corta el árbol.
Corta mi carne de laurel, córtala a tu nivel.
Clávame, martillero.
Púleme, garlopero.
Carpintero, labra, carpintero,
labra mi cuerpo obrero.

Autor del poema: Joaquín Pasos

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ENTIERRO DE POBRE

Entierro de pobre, ya sabes, amigo.
No quiero que vengan los otros, conmigo.

Los otros, aquellos del otro camino,
los que me dijeron: es agua tu vino.

Los que sacudieron mi rama florida
Para tejer burlas, en charla subida.

Entierro de pobre, ya sabes, amigo,
sin flores horribles de trapo, contigo,

Y mis cuatro hermanos bellos, silenciosos,
sin esa etiqueta, sin esos curiosos,

Sin los obligados que dicen: debía
venir al entierro y en charla vacía,

Prosiguen narrando su gracioso cuento.
Entierro de pobre. Mi acompañamiento

Será de unos pocos. La misa temprano,
de aquel Padre Valle, canto gregoriano.

En iglesia pobre y un solo cantor:
misa verdadera de Nuestro Señor.

También te suplico, me libres, hermano,
del insulto magno. Al diario profano,

Que a diario blasfema, dile, que no es cierto,
que quién le ha contado que me hubiese muerto

Que estoy bueno y sano y así no dirán
sus majaderías de parrampamplán:

Noble, generoso, digno, caballero,
ciudadano probo, patriota sincero,

De firme carácter, hombre superior...:
y otros disparates del mismo color.

Acuérdate hermano de todos aquellos
versos de mis libros, silenciosos, bellos.

Del «Agua Encantada», de estos mis «Caminos»
que son el consuelo de los peregrinos.

De «Espumas y Estrellas», del «Libro Menor»
que a todos encanta por su buen olor.

Entierro de pobre, ya sabes, amigo.
No quiero que vengan los otros conmigo.

Autor del poema: Azarías H. Pallais

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DÍA DE LLUVIA

Nunca más esta lluvia
ni esa mancha de luz
en el peñasco
ni el borde
de esa nube
ni tu inmóvil sonrisa
fugitiva.
Nunca más este instante
que ya me dice adiós
desde tus ojos.

Autor del poema: Claribel Alegría

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HIMNO DEL MARIDO

Oh largo paso hacia la madurez, hacia la ardiente paz
que prepara la madera de María
corazón de cedro fragante!

Es el material vestido de domingo
asomado a tus dedos, es el olor de sándalo de tus manos
de palo,
el perfume de tus cuatro costados,

la habitación nueva de tu cuerpo alfombrado,
tu viga recién labrada,
tu palabra de rama recién cortada.

Ésta es la serena puerta del tiempo que se abre
ante tu rosa madura, tu frondosa presencia que alumbra
los lugares donde permanecerán los hijos,

el serrín de tu cuerpo taladrado
la tabla de una caja que se ensancha
tu destino en el fuego de la sangre.
¡Oh largo paso hacia el hogar de cenizas sagradas!
Entra, entra a las brasas que esperan en ardiente familia
tu tronco dorado.

Autor del poema: Joaquín Pasos

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LA MADRE

La madre
se ha cambiado de ropa.
La falda se ha convertido en pantalón,
los zapatos en botas,
la cartera en mochila.
No canta ya canciones de cuna,
canta canciones de protesta.
Va despeinada y llorando
un amor que la envuelve y sobrecoge.
No quiere ya sólo a sus hijos,
ni se da sólo a sus hijos.
Lleva prendidas en los pechos
miles de bocas hambrientas.
Es madre de niños rotos
de muchachitos que juegan trompo en aceras polvosas
Se ha parido ella misma
sintiéndose –a ratos–
incapaz de soportar tanto amor sobre los hombros,
pensando en el fruto de su carne
–lejano y solo–
llamándola en la noche sin respuesta,
mientras ella responde a otros gritos,
a muchos gritos,
pero siempre pensando en el grito solo de su carne
que es un grito más en ese griterío de pueblo que
la llama
y le arranca hasta sus propios hijos
de los brazos.

Autor del poema: Gioconda Belli

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NOTICIAS BUENAS Y MALAS

Noticias buenas y malas.
Siempre la tragi-comedia.
Libres. Esclavos. Paz. Balas.
Modernismo y edad media.
Y bárbaros, sobre todo.
La barbarie nunca falta.

El hombre, fiera, sin modo
sobre sus víctimas, salta.
Sus víctimas!, si pudieras
contarlas! No, no podrías,
arrojadas, en las eras
hondas de las tiranías.

Nerón-Calles. Y tus labios
manchados por este nombre.
Homo Sapiens de los sabios,
homo lupus es el hombre
sin Jesús. Y punto y coma.

Lindbergh vuela, vuela, vuela.
Yanquilandia, mitad Roma
y mitad Cartago, vela.
De tanto velar, se enreda.
Y aunque no se ve camino,
todos pasan, sólo queda
indeclinable Sandino.

Por sus pequeños hermanos
¡Dios se lo pague! Sandino
protesta con las dos manos
alzadas. Será molino
de viento, como los otros?
Será juego del interés?
Y que relinchen los potros?
Y que hablemos en inglés?

Autor del poema: Azarías H. Pallais

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