Poemas 

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VINO DE HADAS

Me embriagué de aquel vino de miel
del capullo lunar de zarzarrosa,
que recogen las hadas en copas de jacinto:
los lirones, murciélagos y topos
duermen entre los muros o en la hierba,
en el patio desierto y triste del castillo;
cuando el vino derraman en la tierra de estío
o en medio del rocío se elevan sus vapores,
de alegría se colman sus venturosos sueños
y, dormidos, murmuran su alborozo; pues pocas
son las hadas que llevan tan nuevos esos cálices.

Autor del poema: Percy Bysshe Shelley

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TRAZO DEL TIEMPO

Entre el viento y lo oscuro
entre el gozo ascendente
y la quietud profunda,
entre la exaltación de mi vestido blanco
y la oquedad nocturna de la mina,
los ojos suaves de mi padre que esperan; su alegría
incandescente. Subo para alcanzarlo.
Es la tierra
de los pequeños astros, y sobre ella,
sobre sus lajas de pirita, el sol desciende. Altas nubes
de cuarzo, de pedernal. En su mirada,
en su luz envolvente,
el calor del ámbar.
Me alza en brazos. Se acerca.
Nuestra sombra se inclina ante la orilla. Me baja.
Me da la mano.
Todo el descenso
es un gozo callado,
una tibieza oscura,
una encendida plenitud.
Algo en esa calma nos cubre,
algo nos protege
y levanta,
muy suavemente
mientras bajamos.

Autor del poema: Coral Bracho

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POEMA DEL RÍO

Únicamente el río conoce tu secreto,
ese secreto tuyo que es el secreto mío.
El río es un hombre de corazón inquieto
pero el amor se aleja como el agua del río.

Únicamente el río nos vio por la vereda,
y el rumor de sus aguas era como un reproche.
Tu piel era más blanca bajo la magra seda,
como el deslumbramiento de la nieve en la noche.

No importa que huya el agua como un amor de un día;
mi amor, igual que el río, se quedará aunque huya.
Únicamente el río supo que fuiste mía,
para que mi alma fuera profundamente tuya.

El río es como un viaje para el sueño del hombre,
el hombre, es como el río, un gran dolor en viaje.
Únicamente el río te oyó decir mí nombre
cuando las hojas secas decoraron tu traje.

Sí. El río es como un hombre de corazón inquieto
que va encendiendo hogueras y se muere de frío.
Únicamente el río conoce tu secreto.
Únicamente el río.

Autor del poema: José Ángel Buesa

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EL TIEMPO

El tiempo
es el mejor autor:
siempre encuentra
un final perfecto.

Autor del poema: Charles Chaplin

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EL ALMA

El alma es aquello
por lo que vivimos,
sentimos y pensamos.

Autor del poema: Aristóteles

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EL CUERPO ES LA CÁRCEL

El cuerpo es la cárcel
del alma inmortal.

Autor del poema: Platón

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DECLARO

Declaro la independencia de la imaginación
y el derecho del hombre a su propia locura.

Autor del poema: Salvador Dalí

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QUIEN BUSCA NO HALLA

Quien busca no halla,
pero quien no busca es hallado.

Autor del poema: Franz Kafka

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EL QUE NO DETECTA LOS MALES

El que no detecta los males cuando nacen,
no es verdaderamente prudente.

Autor del poema: Nicolás de Maquiavelo

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LA SIERPE PITÓN

Ella ciertamente no quisiera, pero a ti también, máximo Pitón,
entonces te engendró, y de los pueblos nuevos, desconocida sierpe,
el terror eras: tan grande espacio de un monte ocupabas.
A él el dios tenedor del arco, y que nunca letales armas
antes sino en los gamos y corzas fugaces había usado,
hundido por mil disparos, exhausta casi su aljaba,
perdió, derramándose por sus heridas negras su veneno.
Y para que de esa obra la fama no pudiera destruir la antigüedad,
instituyó, sagrados, de célebre certamen, unos juegos,
Pitios, con el nombre de la domada serpiente, llamados.
Aquel de los jóvenes quien con su mano, sus pies o a rueda
venciera, de fronda de encina cobraba un galardón.
Todavía laurel no había y, hermosas con su largo pelo,
sus sienes ceñía de cualquier árbol Febo.

Autor del poema: Ovidio

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