11 Poemas con rima asonante
TUS OJOS SON LUCEROS
Tus ojos son luceros,
tus labios, de terciopelo,
y un amor como el que siento,
es imposible esconderlo.
Lo mejor para ti.
Y si te digo que te quiero,
y quisiera darte un beso.
Y si luego me rechazas,
y después me das la espalda.
No será un final feliz,
pero será lo mejor para ti...
GLG.
BRINDO POR NUESTRA AMISTAD
Valga esta amistad que yo te tengo
Para brindar por un futuro juntos
Que por mucho que haya pasado el tiempo
Aún nos queda por vivir un mundo.
EL ESPEJO DE AGUA
Mi espejo, corriente por las noches,
Se hace arroyo y se aleja de mi cuarto.
Mi espejo, más profundo que el orbe
Donde todos los cisnes se ahogaron.
Es un estanque verde en la muralla
Y en medio duerme tu desnudez anclada.
Sobre sus olas, bajo cielos sonámbulos,
Mis ensueños se alejan como barcos.
De pie en la popa siempre me veréis cantando.
Una rosa secreta se hincha en mi pecho
Y un ruiseñor ebrio aletea en mi dedo.
ENREDADERAS
Eres como la flor de la rama más alta del cielo.
Tu olor viene ¡qué fino!, de tan lejos
como te subo yo, por la raíz más honda de la tierra, mi beso.
¿DE DÓNDE VENGO? (RIMA LXVI)
¿De dónde vengo?... El más horrible y áspero
de los senderos busca;
las huellas de unos pies ensangrentados
sobre la roca dura;
los despojos de un alma hecha jirones
en las zarzas agudas,
te dirán el camino
que conduce a mi cuna.
¿Adónde voy? El más sombrío y triste
de los páramos cruza,
valle de eternas nieves y de eternas
melancólicas brumas;
en donde esté una piedra solitaria
sin inscripción alguna,
donde habite el olvido,
allí estará mi tumba.
Poema al Maestro Andrés Bello
Titulo: Maestro Andrés Bello
Autor: Carlos Andrés López blanco
En las blancas páginas de sus pensamientos
Estuvo plasmada, la pluma de su bello corazón
Reflejando humanidad, filosofía, Reflejando inspiración
Fuiste guía y maestro, de un gran libertador,
Y como poeta entregaste, amor y reflexión.
¡Bolívar agradecido! porque fuiste su mentor
Por ser la estrella que iluminó el camino
E hiciste de su destino, un fiel luchador,
Es que dejaste una franja, envuelto en el conocimiento
Fuerte es tu cimiento, que nadie puede olvidar.
¡Oh! Andrés Bello, mi América hermosa
No te ha dejado, no ha parado de recordar,
Aquel nefasto día, al cielo fuiste tú,
Fuiste tú, a filosofar…
Siempre que leo sus obras
Sonrió mucho, que alegría
Es que el sabio poeta Andrés bello
Me ha cautivado, con ese hermoso poema
Unos de ello de mi mente no he sacado
Aquel que ha titulado:
Alocución a la poesía.
TRILCE
Hay un lugar que yo me sé
en este mundo, nada menos,
adonde nunca llegaremos.
Donde, aun si nuestro pie
llegase a dar por un instante
será, en verdad, como no estarse.
Es ese sitio que se ve
a cada rato en esta vida,
andando, andando de uno en fila.
Más acá de mí mismo y de
mi par de yemas, lo he entrevisto
siempre lejos de los destinos.
Ya podéis iros a pie
o a puro sentimiento en pelo,
que a él no arriban ni los sellos.
El horizonte color té
se muere por colonizarle
para su gran Cualquiera parte.
Mas el lugar que yo me sé,
en este mundo, nada menos,
hombreado va con los reversos.
Cerrad aquella puerta que
está entreabierta en las entrañas
de ese espejo. ¿Está? No; su hermana.
No se puede cerrar. No se
puede llegar nunca a aquel sitio
do van en rama los pestillos.
Tal es el lugar que yo me sé.
LA ARAÑA
Es una araña enorme que ya no anda;
una araña incolora, cuyo cuerpo,
una cabeza y un abdomen, sangra.
Hoy la he visto de cerca. Y con qué esfuerzo
hacia todos los flancos
sus pies innumerables alargaba.
Y he pensado en sus ojos invisibles,
los pilotos fatales de la araña.
Es una araña que temblaba fija
en un filo de piedra;
el abdomen a un lado,
y al otro la cabeza.
Con tantos pies la pobre, y aún no puede
resolverse. Y, al verla
atónita en tal trance,
hoy me ha dado qué pena esa viajera.
Es una araña enorme, a quien impide
el abdomen seguir a la cabeza.
Y he pensado en sus ojos
y en sus pies numerosos...
¡Y me ha dado qué pena esa viajera!
CANCIÓN DEL JINETE
En la luna negra
de los bandoleros,
cantan las espuelas.
Caballito negro.
¿Dónde llevas tu jinete muerto?
...Las duras espuelas
del bandido inmóvil
que perdió las riendas.
Caballito frío.
¡Qué perfume de flor de cuchillo!
En la luna negra,
sangraba el costado
de Sierra Morena.
Caballito negro.
¿Dónde llevas tu jinete muerto?
La noche espolea
sus negros ijares
clavándose estrellas.
Caballito frío.
¡Qué perfume de flor de cuchillo!
En la luna negra,
¡un grito! y el cuerno
largo de la hoguera.
Caballito negro.
¿Dónde llevas tu jinete muerto?
Desde el 1 hasta el 10 de un total de 11 Poemas con rima asonante