24 Poemas de libertad
Libre es el mar....
Mira... que feliz es el mar,
bajo su cielo de estrellas,
igual se siente mi cuerpo,
cuando navego por ella.
Libre es el mar,
de aguas cristalinas,
de reflejos azules,
con aguas coralinas.
Libre mi cuerpo,
besando el mar,
libre es el cielo ,
en libertad.....
Libre mi risa... libre mis besos,
libre mis sueños, en libertad,
libre mis brazos, entre las olas,
de espuma blanca, en libertad.
Libre mi cuerpo besando el mar,
libre mis sueños,.... en libertad.
LA LIBERTAD EXISTE
¿Sabes que la libertad existe
en los libros escolares?
¿Sabes que hombres locos están
dirigiendo nuestras prisiones?
En una cárcel, en un presidio
en un blanco y libre
remolino protestante.
Estamos colgados cabeza abajo
al borde del aburrimiento.
Estamos alcanzando la muerte
en el final de una vela.
Estamos intentando conseguir algo
que ya nos ha encontrado.
PÁJARO ENJAULADO
El pájaro libre salta
al lomo del viento
y flota viento abajo
hasta que cesa la corriente;
moja sus alas
en el naranja de los rayos de sol
y osa reclamar el cielo.
Pero un pájaro que acecha
en su jaula angosta
apenas puede ver tras
las rejas de rabia
sus alas están contraídas y
sus pies atados luego,
abre la garganta para cantar.
El pájaro enjaulado canta
un temeroso trino
sobre algo desconocido
mas ansiado aún
y desde la lejana colina
se escucha la melodía
pues el pájaro enjaulado
canta a la libertad.
El pájaro libre imagina otra brisa
y tenues vientos alisios
entre árboles anhelantes
y los gruesos gusanos que aguardan
en el pasto iluminado de alba
y designa al cielo como suyo.
Pero un pájaro enjaulado permanece
inmóvil sobre la tumba de los sueños
grita su sombra en el clamor de una pesadilla
sus alas están contraídas y sus pies atados luego,
abre la garganta para cantar.
El pájaro enjaulado canta
un temeroso trino
sobre algo desconocido
mas ansiado aún
y desde la lejana colina
se escucha la melodía
pues el pájaro enjaulado
canta a la libertad.
NI UN PASO ATRÁS
Árbol de luna que obedece al clima
un sistema de nocturnidad,
no permitas que el murciélago te oprima.
Ni un paso atrás.
No permitas que el largo regimiento
de los años de crimen pertinaz,
te toque el hombro con el pensamiento.
Ni un paso atrás.
Que la alta flor que de tus ramas brota
en este chapuzón de libertad,
no pierda en miel ni la más breve gota.
Ni un paso atrás.
Ni un paso atrás, soldados y civiles
hermanados de pronto en la verdad.
La vida es una sobre los fusiles,
que no hay trincheras para los reptiles,
de malos nuestros a extranjeros viles.
Ni un paso atrás.
La libertad como un antiguo espejo
roto en la luz, se multiplica más,
y cada vez que un trozo da un reflejo
el tiempo nuevo le repite al viejo:
Ni un paso atrás.
Ni un paso atrás, ni un paso atrás,
ni un paso de retorno al ayer, ni la mitad
de un paso en el sentido del ocaso,
ni un paso atrás.
Que en la lucha del pueblo se confirme,
-sangre y sudor- la nacionalidad.
Y pecho al plomo y la conciencia en firme.
Y en cada corazón... ni un paso atrás.
NO ME GUSTAN
No me gustan las personas que se ocultan detrás de su cara.
Sobre alfombras de relojes corren guiados por un perro ciego.
Quiero saberlo todo, crear sin cesar, vivir en paz.
Quiero perder el nombre, la edad, las definiciones.
Quiero que mi piel sea multicolor y mis palabras balazos de azúcar.
Quiero ser invisible, para que mi sombra cese de sufrir.
No me gustan las personas que se ocultan detrás de su cara.
AFUERA DE LA TRAMPA
Dejadme por favor vivir mi vida,
amándola,
mordiéndola,
quitándole el veneno,
limpiándola.
Dejadme que me salve o me condene,
dejadme que vomite,
que sangre,
que sonría,
que cante por el fin de tanta guerra,
que llore por la guerra de los fines.
Dejadme que en silencio
escriba en vuestra culpa una sentencia,
que borre la sentencia de la culpa.
Dejadme que me hunda,
que gima,
que flote en lo intermedio,
que sueñe,
que pueda en una esquina
pisar un alacrán inofensivo.
Dejadme cuantas veces
firmar cada recado sin mi nombre,
dejad que me equivoque,
Dejadme cuantas veces
firmar cada recado sin mi nombre,
dejad que me equivoque,
que llame con maldad al bueno malo.
dejadme simplemente
que cuente por decenas,
qué coma con la izquierda,
que te ame sin remedio.
Dejadme por favor vivir mi vida,
que escape,
que reniegue,
que grite por las lluvias que se enlodan,
que ría por el lodo que se enlluvia.
dejad, pero dejad
afuera de la trampa mi cabeza.
La Caracola
Una niña enamorada,
de la música del mar,
escuchó una Caracola,
y se puso a soñar.
Soñaba... que era Sirena,
y navegaba por la mar,
con sus versos de agua,
de amor, y de libertad.
La niña enamorada,
envueltas en olas de sal,
ha visto nuestra bahía,
y en ella, se va ha quedar.
Escuchando la Caracola,
y a la música del mar,
con aires de libertad.
POEMA A HACHAZOS
Los déspotas nos atan los pies y las manos
y traban nuestros dientes con alambre
porque los impotentes sienten miedo de la palabra.
Con nosotros barren el suelo de las ciudades,
entaponan las letrinas y nos sumergen en las cloacas.
Pero este será el año de los grandes milagros.
Porque la libertad no está en la letra de imprenta,
ni nace de diez bandidos que discuten en una mesa,
ni viene de los carneros que mugen en el Parlamento.
Libertad: esa palabra se aferra muy dura a nuestras con
ciencias.
He aquí que un pobre roe su pan seco,
he aquí que una niña no sacia su escondido deseo,
he aquí que muere de cólera un obrero,
un sacerdote, un reportero.
Pero arriba danza ebrio el dinero
¡y he ahí la otra cara de la moneda!
“Nosotros llegamos siempre tarde. Estamos tarde.Morimos tarde.”
Decid si no será esto cochino.
Pero una gran alba se abre en nuestro camino
porque Dios se prepara a bajar a media calle.
Dios, que por fin se ha puesto caites.
El pan que no comemos se pudre en lejanos armarios
y el vino hierve en las cráteras lejanas.
Un beso, un solo beso de la mujer amada
buscadlo ahí donde la tierra se ha hecho pedazos.
Para alcanzar la dicha siempre nos hace falta una pulgada
y está la culpa en nuestra medrosa mirada,
en el barniz que engaña a nuestro tacto,
en los vergeles donde se embriaga el olfato.
La culpa es de nuestros puercos sentidos,
desde que nos hizo saber el señor Ministro
que dos más dos son igual a cinco;
por fin sabemos que dos más dos son cuatro.
Cuando bajen al pueblo estas simples verdades
el mundo ha de tornarse súbitamente claro
como un cuchillo volado por el aire
en pleno día, sobre los duros escenarios.
LA LIBERTAD
Es la razón de nuestra vida,
dijimos, estudiantes soñadores.
La razón de los viejos, matizamos ahora,
su única y escéptica esperanza.
La libertad es un extraño viaje.
Son las plazas de toros con las sillas
sobre la arena en las primeras elecciones.
Es el peligro que, de madrugada,
nos acecha en el metro,
son los periódicos al fin de la jornada.
La libertad es hacer el amor en los parques.
Es el alba de un día de huelga general.
Es morir libre. Son las guerras médicas.
Las palabras República y Civil.
Un rey saliendo en tren hacia el exilio.
La libertad es una librería.
Ir indocumentado.
Las canciones prohibidas.
Una forma de amor, la libertad.
LA NUBE
¿Qué te acongoja mientras que sube
del horizonte del mar la nube,
negro capuz?
Tendrán por ella frescura el cielo,
pureza el aire, verdor el suelo,
matiz la luna.
No tiembles. Deja que el viento amague
y el trueno asorde y el rayo estrague
campo y ciudad;
tales rigores no han de ser vanos...
¡Los pueblos hacen con rojas manos
la Libertad!
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