56 Décimas
Décimas Alusivas a José Francisco Bermúdez
Décimas
Letra: Carlos Andrés López Blanco
Alusivas a José Francisco Bermúdez
I
Un veintitrés de enero
Areocuar lo vió nacer
Y pudo reconocer
La llegada de un guerrero
A Bermúdez me refiero
Aquel precursor pondría
Su corazón día a día
Por su escudo Nacional
Y luchar hasta el final
Por nuestra soberanía.
II
Bermúdez nacionalista
Luchó en suelo natal
Defendió mi tierra oriental
Contra el régimen realista
Alzaste independentista
Tu sable quizás de cobre
Declarando ser el hombre
De este histórico sitio
Por eso mi municipio
En honor lleva su nombre
Décima a la Cruz de Mayo
Bendiciones hoy libera
La hermosa santa cruz
Una montaña de luz
Y oraciones verdaderas
Soy del María de Vera
Y te vengo a cantar
Con amor en tu altar
Décima de galeón
Y con mi gran vozarrón
Te quisiera adorar
Décima alusiva a la Cruz
Décima a la Cruz de Mayo
Hoy en la institución
Adornamos a la Cruz
De muchas flores con capuz
Fuerte como armazón
Perfecta pá la ocasión,
Y para su homenaje
Dónde grandes personajes
Cantan hermosas fulías
También muchas poesías
Con fabulosos mensajes
DÉCIMAS A DIOS (III)
Yo siempre vivo pensando
cómo serás si es que existes;
de qué esencia te revistes
cuando te vas entregando.
¿Debo a ti llegar callando
para encontrarte en lo oscuro?,
o ¿es el camino seguro
el de la fe luminosa?
¿Es la exaltación grandiosa,
o es el silencio maduro?.
DÉCIMAS A DIOS (I)
Dios, invención admirable,
hecha de ansiedad humana
y de esencia tan arcana,
que se vuelve impenetrable.
¿Por qué no eres tú palpable
para el soberbio que vio?
¿Por qué me dices que no
cuando te pido que vengas?
Dios mío, no te detengas,
o ¿quieres que vaya yo?
DÉCIMAS A DIOS (V)
Dios mío, sé mi pecado,
consiste en verte en concreto;
y tú, el eterno discreto,
por eso me has castigado,
dándome un ser complicado,
que piensa entenderlo todo,
y que jamás halla el modo
de fundir carne con mente,
que pensando con la frente,
se está pudriendo en el lodo.
DÉCIMAS A DIOS (IX)
Es la soberbia, Dios mío,
la que me está haciendo hablar.
¿Por qué insisto en descifrar
el ser, la luz, lo sombrío?
Si sólo existe el vacío,
no es a mí a quien me toca
volver mi cabeza loca
tratando de entender todo.
Este orgullo de mi lodo
sólo con fe se sofoca.
DÉCIMAS
Para templar el calor
de la estación y la edad,
me abandonas sin piedad,
mi hechizo, mi único amor.
Te engañas, porque el ardor
de un alma fina y constante,
si está de su bien distante,
crece en el agua, en la nieve,
y sólo templarse debe
en el seno de un amante.
Ven, pues, dulce amiga, luego,
que tú eres la sola fuente
que puede mi sed ardiente
saciar, y templar mi fuego.
En vano buscaré ciego
más gracia, más perfección,
otro afecto, otra pasión,
porque tus ojos divinos
solos saben los caminos
que van a mi corazón.
DÉCIMAS A DIOS (IV)
Tal vez yo no quiera hallarte
y por eso no te veo,
que es el ansioso deseo
el que logra realizarte.
A ti no te toca darte;
si mi soberbia te invoca,
es a mí, a quien me toca,
salir al encuentro tuyo.
Me acerco a ti, te construyo...
Ya tengo fe, ya estoy loca.
DÉCIMAS A DIOS (VI)
Te quiero hallar en las cosas;
te obligo a que exista el cielo,
intento violar el velo
en que invisible reposas.
Sí, con tu ausencia me acosas
y el no verte me subleva;
pero de pronto se eleva
algo extraño que hay en mí,
y me hace llegar a ti
una fe callada y nueva.
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