39 Poemas nicaragüenses 

LA BALA

La bala que me hiera
será bala con alma.
El alma de esa bala
será como sería
la canción de una rosa
si las flores cantaran
o el olor de un topacio
si las piedras olieran,
o la piel de una música
si nos fuese posible
tocar a las canciones
desnudas con las manos.

Si me hiere el cerebro
me dirá: Yo buscaba
sondear tu pensamiento.
Y si me hiere el pecho
me dirá: ¡Yo quería
decirte que te quiero!

Autor del poema: Salomón de la Selva

95.08%

votos positivos

Votos totales: 183

Comparte:

EL MURO DE LAS SONRISAS

Cuando el amor se aja
se marchita
se te vuelve amarillo
no hay remedio
sólo te queda
la sonrisa.
Cuando te sientes sola
entre sus brazos
y tu piel es frontera
y no te brota el llanto
sólo te queda
la sonrisa.
Cuando te sientes sola
entre sus brazos
y tu piel es frontera
y no te brota el llanto
sólo te queda
la sonrisa.
Cuando el canto se oxida
y el paisaje
y todo lo vivido
es un espectro
tu único refugio
es la sonrisa:
ese muro cerrado
impenetrable
sin ayeres
sin hoy
y sin mañanas
donde todos los sueños
se hacen trizas.

Autor del poema: Claribel Alegría

94.23%

votos positivos

Votos totales: 52

Comparte:

DECIRES AL INDIO QUE BUSCABA TRIGO

Yo sé que me andas buscando
por lo que antaño digo:
que por un grano de trigo
tus hijos están llorando.

Y me pregunto hasta cuando
lo encontrarán, indio amigo.
E interrogándome sigo
y me sigo interrogando.

Si por um grano de trigo
tus hijos están llorando,
seguiré siempre cantando
y sé, indio, lo que digo.

Pues mientras me andas buscando
el trigo, el bendito trigo,
sigue, indio, germinando,
en mis cantares, conmigo.

¡Con mis cantares, cantando,
trigo, indio, estoy sembrando!

Autor del poema: Manolo Cuadra

92.31%

votos positivos

Votos totales: 52

Comparte:

TRES AMORES

Vino una vez: su rostro era de raso,
con el oro silvestre de las frutas;
—¿quién eres, ángel de tranquilo paso?
—¡Soy Ruth, la espigadora de tus rutas!

Vino otra vez: con ambición secreta,
apretó mi deseo hasta la muerte;
—¿Quién eres tú, que vence y que sujeta?
—iSoy Cleopatra, la del espasmo fuerte!

Vino después: como bacante en celo,
ordenaba en mi ser, que no resiste;
—¿quién eres tú, potente tiranuelo?
—¡Soy Salomé, la de la danza triste!

Autor del poema: Alfonso Cortés

91.53%

votos positivos

Votos totales: 59

Comparte:

PASOS

Cuando, en el tumulto de la Tierra,
sientan los seres su soledad,
dará una tregua eterna la guerra
del Ruido; hundirá en la antigüedad

sus pasos el Hombre y la Mujer,
surcarán la arruga de la frente
de Dios, donde del éxtasis de Ayer
se alza vapor incesantemente...

¡Y quedarán los enamorados
—como despiertos— y dos a dos,
la mirada fija en los Sagrados
Poros, de eterno sudor bañados,
de la frente arrugada de Dios!

Autor del poema: Alfonso Cortés

90.43%

votos positivos

Votos totales: 115

Comparte:

NOTICIAS DE NICARAGUA

Puesto que Nicaragua entró en la guerra,
lo justo es que el Obispo diga misas
por el triunfo de las armas aliadas.

En las tertulias y en las barberías
se malgasta saliva
defendiendo "la causa."

Ya no pueden los periódicos
con los sonetos a Bélgica
y las odas a Francia.

Pero cuando supieron
que venía a la guerra yo,
nicaragüense,
a pelear por Nicaragua,
los beatos,
y los discutidores en público,
y los hacedores de versos,
convinieron en que yo estaba loco.

Autor del poema: Salomón de la Selva

88.37%

votos positivos

Votos totales: 43

Comparte:

IN OMNIBUS UNUM

Los pétalos son versos y los versos son cantos
y los cantos del color son los versos
(más santos;
el alma del color
es un verso y el aloma del verso es luminosa,
y el alma de la nota, verso suave de rosa,
casto como el fulgor.

La música es pintura de escondidos amores,
y la ingenua pintura, música de colores:
tres notas, una voz:
circula por las formas de toda poesía,
como un ardiente soplo de mística armonía
la ráfaga de Dios!

Autor del poema: Azarías H. Pallais

86.67%

votos positivos

Votos totales: 75

Comparte:

Y EL ÚNICO QUE SALVA, QUE SE HIZO

Agua de la luz, hermana,
dime, no has visto pasar,
a Jesús, nuestra fontana,
nuestra lluvia, nuestro mar?

Si le vieras Encantado
y Encantador pasa y pasa.
Pero, con llave y candado,
se encierran todos. No hay casa,

que a sus dulces golpes, abra.
y el sigue llamando afuera,
esperoso. La palabra
sustancial de verdadera

perfección, cierra sus alas,
sus alas de juventud,
mientras pasan estas malas
influencias, esta virtud

que florece tenebrosa,
en Vargas Vila y Voltaire.
Fuera de Jesús, gloriosa
Rosa de un amanecer

inacabable, ninguna
riqueza tiene valor.
El es la buena Fortuna,
el Buen Tiempo, el Buen Amor.

Autor del poema: Azarías H. Pallais

86.36%

votos positivos

Votos totales: 66

Comparte:

LOS PORTADORES DE SUEÑOS

En todas las profecías
está escrita la destrucción del mundo.

Todas las profecías cuentan
que el hombre creará su propia destrucción.

Pero los siglos y la vida
que siempre se renueva
engendraron también una generación
de amadores y soñadores,
hombres y mujeres que no soñaron
con la destrucción del mundo,
sino con la construcción del mundo
de las mariposas y los ruiseñores.

Desde pequeños venían marcados por el amor.
Detrás de su apariencia cotidiana
Guardaban la ternura y el sol de medianoche.
Las madres los encontraban llorando
por un pájaro muerto
y más tarde también los encontraron a muchos
muertos como pájaros.
Estos seres cohabitaron con mujeres traslúcidas
y las dejaron preñadas de miel y de hijos verdecidos
por un invierno de caricias.
Así fue como proliferaron en el mundo los portadores sueños,
atacados ferozmente por los portadores de profecías
habladoras
de catástrofes.
los llamaron ilusos, románticos, pensadores de
utopías
dijeron que sus palabras eran viejas
y, en efecto, lo eran porque la memoria del paraíso
es antigua
el corazón del hombre.
Los acumuladores de riquezas les temían
lanzaban sus ejércitos contra ellos,
pero los portadores de sueños todas las noches
hacían el amor
y seguía brotando su semilla del vientre de ellas
que no sólo portaban sueños sino que los
multiplicaban
y los hacían correr y hablar.
De esta forma el mundo engendró de nuevo su vida
como también había engendrado
a los que inventaron la manera
de apagar el sol.
Los portadores de sueños sobrevivieron a los
climas gélidos
pero en los climas cálidos casi parecían brotar por
generación espontánea.
Quizá las palmeras, los cielos azules, las lluvias
torrenciales
Tuvieron algo que ver con esto,
La verdad es que como laboriosas hormiguitas
estos especímenes no dejaban de soñar y de construir
hermosos mundos,
mundos de hermanos, de hombres y mujeres que se
llamaban compañeros,
que se enseñaban unos a otros a leer, se consolaban
en las muertes,
se curaban y cuidaban entre ellos, se querían, se
ayudaban en el
arte de querer y en la defensa de la felicidad.

Eran felices en su mundo de azúcar y de viento
de todas partes venían a impregnarse de su aliento
de sus claras miradas
hacia todas partes salían los que habían conocido
portando sueños
soñando con profecías nuevas
que hablaban de tiempos de mariposas y ruiseñores
y de que el mundo no tendría que terminar en la
hecatombe.
Por el contrario, los científicos diseñarían
puentes, jardines, juguetes sorprendentes
para hacer más gozosa la felicidad del hombre.

Son peligrosos - imprimían las grandes
rotativas
Son peligrosos - decían los presidentes
en sus discursos
Son peligrosos - murmuraban los artífices de la guerra.

Hay que destruirlos - imprimían las grandes
rotativas
Hay que destruirlos - decían los presidentes en sus
discursos
Hay que destruirlos - murmuraban los artífices de la guerra.

Los portadores de sueños conocían su poder
por eso no se extrañaban
también sabían que la vida los había engendrado
para protegerse de la muerte que anuncian las
profecías
y por eso defendían su vida aun con la muerte.
Por eso cultivaban jardines de sueños
y los exportaban con grandes lazos de colores.
Los profetas de la oscuridad se pasaban noches
y días enteros
vigilando los pasajes y los caminos
buscando estos peligrosos cargamentos
que nunca lograban atrapar
porque el que no tiene ojos para soñar
no ve los sueños ni de día, ni de noche.
Y en el mundo se ha desatado un gran tráfico de
sueños
que no pueden detener los traficantes de la muerte;
por doquier hay paquetes con grandes lazos
que sólo esta nueva raza de hombres puede ver
la semilla de estos sueños no se puede detectar
porque va envuelta en rojos corazones
en amplios vestidos de maternidad
donde piececitos soñadores alborotan los vientres
que los albergan.

Dicen que la tierra después de parirlos
desencadenó un cielo de arcoiris
y sopló de fecundidad las raíces de los árboles.
Nosotros sólo sabemos que los hemos visto
sabemos que la vida los engendró
para protegerse de la muerte que anuncian las
profecías.

Autor del poema: Gioconda Belli

85.71%

votos positivos

Votos totales: 21

Comparte:

CEMENTERIO

La tierra aburrida de los hombres que roncan
es aquella que habitan los pájaros pobres,
las gallinas que comen las piedras
las lechuzas que braman de noche.
Una jaula de arena, una urna de lodo
es la tierra aburrida de los hombres que roncan.
Una jícara negra, una seca tinaja,
un carbón, una mierda, una cáscara.
En la tierra aburrida de los hombres que roncan
donde viven los pájaros tristes, los pájaros sordos,
los cultivos de piedras, los sembrados de escobas.
Protejan los escarabajos, cuiden los sapos
el tesoro de estiércol de los pájaros pobres.
Los pájaros enfermos, los vestidos de sombra,
los que habitan la tierra de los hombres que roncan.
Tengo un triste recuerdo de esa tierra sin horas,
la picada de pájaros, la que se desmorona.
Con murciélagos me persigue de noche
su horizonte de barro y su luna de broza.
En la tierra aburrida de los hombres que roncan
se hizo piedra mi sueño, y después se hizo polvo.

Autor del poema: Joaquín Pasos

84.21%

votos positivos

Votos totales: 19

Comparte:

Desde el 1 hasta el 10 de un total de 39 Poemas nicaragüenses

Añade tus comentarios