116 Poemas eróticos
Penitente
Un impuro penitente,
arrodillado y clamando al cielo,
por un perdón que no es sincero,
pues desea repetir el acto,
que tuvo de rodillas a la dama,
que no pedía perdón, pero sí la cama,
que juró fidelidad a otro caballero,
que es pariente del primero,
que es menos decente, pero más certero,
en buscar el tesoro del profundo centro,
que le da vida a la mujer devota,
que quiso ser fiel y ahora está rota,
pues rompieron su temple y su vanguardia,
en una guerra sin bandera blanca,
como blancas la marcas en su retaguardia,
penetrada por el filo de una espada,
larga y ancha, como de acero forjada,
que con una sola estocada,
tiñó de sangre el campo de batalla,
y la batalla fue iniciada,
al galope del caballo y del caballero,
que es un maestro montando,
aunque pierda el norte y sea él montado,
por la dama del cofre y el tesoro,
que se abre para mostrar el oro,
que hará suyo,
el impuro penitente.
Casquivana
Al despertar en la mañana,
la joven piel canela,
tiene la rutina clara,
manga larga, falda corta,
y un encaje para su cucarda.
El joven amante será el primero,
siempre alegre, siempre dispuesto,
piel lozana, nervio de acero,
le dará la clave para el ingreso,
al aposento más pequeño.
El piloto de aviones será el segundo,
al filo de la tarde, al filo de la cama,
la hará suya con las mismas ganas,
del primer encuentro en el hangar,
en la tarde que la hizo despegar.
El fino caballero será el último,
traje de seda, corbata de ensueño,
en un apartamento de lujo y pequeño,
abrirá sus columnas con deseo,
cavará profundo, hasta el infierno
La ventana
Enviado por danteverne Seguir
Esta noche dejé la ventana abierta
para que mis pensamientos echaran a volar,
y dibujé soles en el cielo nocturno
para que alumbraran tus pasos al llegar.
Y tejí temblores en tus flores y en tus venas,
te desnudé de tiempos donde quebrar,
bebí liviano el veneno de tus piernas paralelas
y en el mar de tus caderas fui capitán.
Murmuré ardores y vigilias, fui centinela,
en la hora herida mi nombre fue talismán,
presa pobre de tu boca tan hambrienta,
sincera muestra de este oscuro guardián.
Pinté de colores tus labios, tus colmenas,
tus esquinas perfumadas de blanco azahar,
construí promesas con esquirlas de tormenta
y por tu cuerpo, como el viento, me dejé llevar.
INCENDIO (ALMA NÚMERO 12)
Tú: escalofríos; tú, escalando mi espalda con tus dedos; tú, trepando
los poros de mi ser…y los de mi piel también.
Tú: accidente; tus manos tocando mis rodillas; tus labios,
chocando con cada una de mis curvas. Tu lengua a oscuras en mi
cuerpo, sin miedo a caer en mi ombligo, o a perderse en el fondo de
mi corazón.
Tú: deshielo; tus dientes en mi cuello mordiéndome un beso; tú,
haciendo tuyos mis pechos y mi pecho: agitando mi respiración. Tu
aliento empañando cada kilómetro de mi cuerpo. Te conoces a la
perfección mis atajos…pero siempre has sido de elegir el camino más
largo; de hacerme esperar, de convulsionar mi cuerpo besándome
desde el final hasta el principio de mis piernas. En fin: tus dedos en mi
vagina haciéndome pensar que soy la responsable del calentamiento
global.
Tú: fuego; nunca pensé que un incendio en mi piel sería tan
húmedo…nunca pensé que tendría tantas ganas de quemarme.
INVITACIÓN
Ven, te invito a entrar en mi vida,
quiero escuchar la suave melodía
de tu voz en mi habitación…
tus suspiros en mi lecho.
Déjame apagar estas ansias en tu cuerpo,
quiero extasiarme con tu desnudez;
beber de tu fuente… comer de tu mesa.
Quiero que mis manos recorran cada parte de tu piel,
que mis besos y caricias te colmen;
quiero despertar el deseo que mora en ti.
Ven, te invito a entrar en mi vida,
quiero ser el que te provoque placer,
el que te arranque suspiros…
el que sacie tus ansias de mujer.
Autor: © Xavier Bernal
QUIERO SER
Quiero ser, la razón de tu sonrisa,
el remanso en la tempestad,
la claridad en la noche obscura,
el desvelo de tus fantasías.
Quiero ser, tu admirador secreto,
ese que al calor del día,
se conforma solo con mirarte
y en la noche sacia tus fantasías.
Quiero ser, el que escribe poemas
a tus labios y tu boca,
a tus vehementes anhelos,
a la humedad de tu piel.
Quiero ser, tu plácido cansancio,
el que despierta tus anhelos
y moja tus deseos,
el amante furtivo…
tu compañero fiel.
© Xavier Bernal
Envidia
Enviado por guerrero62 Seguir
Envidia.
Envidio las manos
que acarician tu cuerpo,
porque pueden subir
por tus hombros y cuello
con divinas caricias
y enredarse en tu pelo.
Porque pueden tocar
los lugares más tiernos,
porque pueden sentir
la delicia en tus senos
Porque pueden bajar
por tu abdomen perfecto
y llegar al rincón
de verdad exquisito
y brindarte la gloria
del placer infinito.
Porque sé de antemano
lo lejana que estás,
_no puedo evitar...
iEnvidiar esas manos!
José A. Guerrero.
El abrazo del oso
Enviado por danteverne Seguir
Lejos de saciar mis ansias
en locura me enajenas,
es tortura que me asombra
es hambre que me devora,
celda donde hallo tu sonrisa,
nostálgica cazadora de sombras,
huyes cuando te aproximas,
te acercas cuando estás rabiosa,
y en mis fantasmales besos de rosa
te cobijas, te enciendes sola,
y le robas a mis huesos
de viejo oso en celo
un abrazo y una derrota,
limosna de besos huecos,
latidos que se desbocan,
sueño del sueño que deprisa
llega y me implora
que me derrita en tu boca traviesa,
que te atraviese en esta hora
en la que tú eres mi presa
y yo tu carnívora presencia,
tu voraz depredador de diosa.
Desnúdame
Enviado por danteverne Seguir
Desnúdame,
átame la noche a los ojos,
hoy quiero estar ciego,
hoy quiero estar sordo,
quiero verte con mis manos
quiero que seas para mí solo,
beber de tus muslos
una bocanada de vida
y mojarlo todo,
y mojarlo todo.
Me seduces,
me abduces en derroches,
en este despliegue de obscenos milagros,
en el que clavo mi rayo
como un Zeus de lascivia,
como un dios sin rostro,
buscando tu amparo,
para besar tus labios
y mojarlo todo,
y mojarlo todo.
Disfrútame,
sé mi estigma de fuego,
la flor de mis caprichos,
el mar de mis instintos,
donde mi prófugo magma
desemboca, rompe y yo broto
y salgo y te inundo y lleno
tu jardín, tu laberinto,
donde me pierdo y escondo
para encenderte
y mojarlo todo,
y mojarlo todo.
Deseo
Te lo voy quitando, primero un pie, luego el otro. Admiro tu belleza, me abres las puertas al paraíso, lo humedezco. Tengo sed de ti, hambre de tus pechos. Mis manos suben mientras mi boca sigue abajo, te muerdes los labios noto como te gusta y me quiero detener. Tu piel tan suave como tela satín la rozo con la yema de mis dedos, los subo a tu boca, los mojas y entran a darte placer; suave, lento y luego aumento la velocidad. Me detengo y te beso, siento tus suspiros y la ganas de algo más, entro en ti una vez más siento tus uñas en mi espalda, escucho los gemidos como susurros en mis oídos, me excito, te deseo cada vez más. Quiero acabar, que lo hagamos juntos…. Y llegamos a la cima, descubrí un poco más el paraíso mientras llovía en el.
Desde el 1 hasta el 10 de un total de 116 Poemas eróticos