15 Poemas de pobreza
NEGRO SIN ZAPATOS
Hay en tus pies descalzos graves amaneceres.
(Ya no podrán decir que es un siglo pequeño.)
El cielo se derrite rodando por tu espalda:
húmeda de trabajo, brillante de trabajo,
pero oscura de sueldo.
Yo no te vi dormido... Yo no te vi dormido...
aquellos pies descalzos
no te dejan dormir.
Tú ganas diez centavos, diez centavos por día.
Sin embargo,
tú los ganas tan limpios,
tienes manos tan limpias,
que puede que tu casa sólo tenga
ropa sucia,
catre sucio,
carne sucia,
pero lavada la palabra: Hombre.
SOLO UN VAGABUNDO
Al ir caminando un día, en un rincón
Vi a un viejo vagabundo tumbado en un portal
Su cara se apretaba contra el frío suelo de la
acera
Y calculé que debía llevar allí toda la noche o
más.
Era sólo un vagabundo, pero ya falta uno más
No deja atrás a nadie que cante su triste canción
No deja atrás a nadie que le lleve a casa
Sólo un vagabundo, pero ya falta uno más.
Una manta de papeles de periódico cubría su
cabeza.
El escalón era su almohada, la calle era su cama
Una mirada a su cara permitía ver el largo
camino que había recorrido
Y un puñado de dinero dejaba ver las monedas
que había mendigado.
Era sólo un vagabundo, pero ya falta uno más
No deja atrás a nadie que cante su triste canción
No deja atrás a nadie que le lleve a casa
Sólo un vagabundo, pero ya falta uno más.
¿Hace falta acaso ser muy hombre para ver toda
la vida derrumbarse?
¿Para mirar al mundo desde un agujero en el
suelo?
¿Para esperar el futuro como un caballo que se
ha quedado cojo?
¿Para yacer en el arroyo y morir sin un nombre?
LOS POBRES
Los pobres son muchos
y por eso
es imposible olvidarlos.
Seguramente
ven
en los amaneceres
múltiples edificios
donde ellos
quisieran habitar con sus hijos.
Pueden
llevar en hombros
el féretro de una estrella.
Pueden
destruir el aire como aves furiosas,
nublar el sol.
Pero desconociendo sus tesoros
entran y salen por espejos de sangre;
caminan y mueren despacio.
Por eso
es imposible olvidarlos.
DEBAJO DE LOS PUENTES
Hace al menos
toda la vida
Debajo de los puentes
Viven gentes,
existen vidas...
No hay platos,
mesas ..ni luces...
Solo hay un par de zapatos
agujerados, con un traje roto,
Sobre una piel vencida....
Debajo de los puente,
se esconde el asombro,
de los lechos de cemento
Se acunan las drogas
las penas y el hambre.....
Los terribles fracasos
y la desesperanza
Debajo de los puentes,
No hay voluntad,
ni entendimiento...
Solo hay rostros
Desdibujados
Sin pretensiones ni sueños....
Arriba de los puentes,
existimos nosotros.
Tenemos zapatos,
mesas y abrigos
pero no tenemos
Voluntad...ni entendimiento...
BAJO UN ÁRBOL
Este hombre sin pan, ese sin luces y aquel sin voz
equivalen al cuerpo de la patria,
a la herida y su sangre abotonada.
Contemplen el despojo:
nada nos pertenece y hasta nuestro pasado se llevaron.
Pero aquí viviremos.
Con la linterna mágica del hijo que no ha vuelto
abriremos de par en par la noche.
De la nostalgia por lo que perdimos
iremos construyendo un sueño a piedra y lodo.
Guardamos, los vencidos, ese sabor del polvo que mordimos.
Junto a esto
que a veces es algo menos que triste,
bajo un árbol,
desnudos si es preciso, moriremos.
DE NIÑO A HOMBRE
Es fácil dejar a un niño
a merced de los pájaros.
Mirarle sin asombro
los ojos de luces indefensas.
Dejarle dando voces entre una multitud.
No entender el idioma
claro de su medialengua.
O decirle a alguien:
es suyo para siempre.
Es fácil,
facilísimo.
Lo difícil
es darle dimensión
de un hombre verdadero.
INDESEABLE
No me deja pasar el guardia.
He traspasado el límite de edad.
Provengo de un país que ya no existe.
Mis papeles no están en orden.
Me falta un sello.
Necesito otra firma.
No hablo el idioma.
No tengo cuenta en el banco.
Reprobé el examen de admisión.
Cancelaron mi puesto en la gran fábrica.
Me desemplearon hoy y para siempre.
Carezco por completo de influencias.
Llevo aquí en este mundo largo tiempo.
Y nuestros amos dicen que ya es hora
de callarme y hundirme en la basura.
NEGRO SIN NADA EN TU CASA
Yo te he visto cavar minas de oro
-negro sin tierra-.
Yo te he visto sacar grandes diamantes de la tierra
-negro sin tierra-.
Y como si sacaras a pedazos tu cuerpo de la tierra,
te vi sacar carbones de la tierra.
Cien veces yo te he visto echar semillas en la tierra
-negro sin tierra-.
Y siempre tu sudor que no termina
de caer en la tierra.
Tu sudor tan antiguo, pero siempre tan nuevo
tu sudor en la tierra.
Agua de tu dolor que fertiliza
más que el agua de nube.
Tu sudor, tu sudor. Y todo para aquél
que tiene cien corbatas, cuatro coches de lujo,
y no pisa la tierra.
Sólo cuando la tierra no sea tuya,
será tuya la tierra.
A DIVES
¿Quién soy yo para condenarte, oh Dives,
yo que estoy tan amargado
por la pobreza
como lo estás tú por la inútil riqueza?
ENSUEÑO
Para fugarnos de la tierra
un libro es el mejor bajel;
y se viaja mejor en el poema
que en el más brioso y rápido corcel
Aun el más pobre puede hacerlo,
nada por ello ha de pagar:
el alma en el transporte de su sueño
se nutre sólo de silencio y paz.
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