10 Poemas japoneses
LA CAMELIA
La camelia
no florece todo el año
los botones blancos en lo más alto de las ramas
son brotes de hojas
las hojas son más bellas que las flores
verdeoscuras con su brillo sólido
silbo en una hoja enrollada
hinchando mis mejillas
su son triste
repercute en mi alma montaraz
Tranquilidad de la montaña de invierno.
UNIDAD
Ni en el corazón, ni en la razón, ni en el egoísmo,
pero dónde yo estoy, tú también estás conmigo.
Vivo contigo en esta felicidad.
Ni en el cielo, ni en la tierra, ni en una piedra que rueda cuesta abajo,
pero dónde yo estoy, tú también estás conmigo.
Vivo contigo en esta felicidad.
Ni la vida, ni en la muerte, ni el Estado, ni en los padres,
pero dónde estoy yo, tú también estás conmigo.
Vivo contigo en esta felicidad.
TRISTES CIRUELAS VERDES
Tristes ciruelas verdes
en un día de verano
Nací en una tierra de ortigas
en sus caminos fantasmales me extravié
junto a un seto florido de ipomeas
pasé por un templo sin campana
caminando con pasos tambaleantes
crucé por un pueblo donde cantaban los alcaudones
en una calle lloviznada descansé
en un pueblecito enhierbado
tomé té con una mujer
sus sentimientos fluían
como el murmullo del agua.
LAS SENDAS DE OKU
No hablaron una palabra
el anfitrión, el huésped
y el blanco crisantemo.
* * *
Ah, este camino
que nadie recorre,
excepto el crepúsculo.
* * *
El camino de la muerte,
a pesar del sol de otoño,
¿quién querría emprenderlo?
* * *
La luna de la montaña
ilumina también
a los ladrones de flores.
* * *
¿Admirable,
aquel que no piensa: "la vida huye"
al ver el relámpago?
* * *
También esta cabaña de paja
en este mundo tornadizo
ha de transformarse en casa de muñecas.
* * *
¡Qué gloria!
Las hojas verdes, las hojas jóvenes,
bajo la luz del sol.
* * *
En la montaña de verano,
adoro las sandalias divinas;
viaje a la vista.
* * *
Quedó plantado
el arrozal
cuando me despedía del sauce.
* * *
De los cerezos en flor
al pino de dos troncos:
tres meses.
* * *
Pétalos de lirios
atarán mis pies:
los cordones de mis sandalias.
* * *
Bajo un mismo techo
durmieron las cortesanas,
la luna y el trébol.
* * *
Muévete, oh tumba,
muestra que me reconoces:
soy el viento de otoño.
* * *
Frescura de otoño.
Melón y berenjena
para cada huésped.
* * *
El sol brilla, brilla
sin compasión.
Pero el viento es de otoño.
* * *
Si he de morir
en el camino,
que sea entre los campos de trébol.
* * *
Desde hoy el rocío
borrará tu nombre
de mi sombrero.
* * *
Entre las olas:
acá, los pétalos,
allá, las conchas.
* * *
Al despedirme,
escribí algo en el abanico,
pero lo borré.
JARDÍN DE SEPTIEMBRE
Una cosa simple
Conquistada despacio,
Haré un jardín en mi cuerpo.
Allí florecerá tu rosa.
Estoy en cada pétalo
La radiación de tu rosa también está dentro de mí.
VOCES
Para el corazón
que no duda,
las blancas flores del ciruelo.
* * *
Las flores han caído:
ahora nuestras mentes
están tranquilas.
* * *
Mientras dormía profundamente,
muy fatigado,
la primavera tocaba a su fin.
* * *
El mendigo
tiene el cielo y la tierra
como ropa de verano.
* * *
Silencio:
una hoja se hunde
en el agua clara.
* * *
La noche es larga;
el sonido del agua
dice lo que pienso.
* * *
Escuchamos los insectos
y las voces humanas
con distintos oídos.
* * *
El año se va:
oculto mis canas
a mi padre.
LA MARIPOSA REVOLOTEA
La mariposa revolotea
como si desesperara
en este mundo
PRIMERA NEVADA, TENUE
Primera nevada, tenue.
Suficiente para doblegar
las hojas del narciso.
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