26 Poemas de corazón 

¡¡¡Yo soy!!!

Enviado por bachatero63  Seguir


Soy un emigrante,
llevo una vida itinerante,
en la vida,estoy palpitando,
a veces impulsivo soy errante.
Guiado por la emoción,
soy pura pasión.
soy amor, soy cariño,
de la escrita soy el soneto.
A veces siento que
soy la luz del día,
Soy la poesía más bella,
de repente soy ilusión.
Soy sintimiento, soy nostalgia.
Soy un alma herida, soy dolor.
soy felicidad, soy enigma,
soy el placer en las noches de amor.

Luzerna, 05.09.2022, João Neves.

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MIRA EN TU PROPIO CORAZÓN

Mira en tu propio corazón
porque quien mira afuera
sueña,
pero quien mira adentro
se despierta.

Autor del poema: Jane Austen

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MI CORAZÓN DETRÁS DE TI

Está mi corazón desde hace tiempo
rayado por tu espuela placentera.
Y va mi corazón calladamente
debajo de tu espuela desangrándose.
¡Y quién iba a creerlo!
que yo tuviera adentro un suave fruto
que sangra por el peso de una espuela.
Y dice el diccionario que una espuela
es una espiga larga y acerada
que sirve para hincar a los caballos.
Ahora sí comprendo
por qué mi corazón se ha desbocado.

Autor del poema: Violeta Luna

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A TI ÚNICA

Un poco de cielo y un poco de lago
donde pesca estrellas el grácil bambú,
y al fondo del parque, con íntimo halago,
la noche que mira como miras tú.

Florece en los lirios de tu poesía,
la cándida luna que sale del mar.
Y en flébil delirio de azul melodía,
te infunde una vaga congoja de amar.

Los dulces suspiros que tu alma perfuman,
te dan, como a ella, celeste ascensión.
La noche...tus ojos...un poco de Schumann...
y mis manos llenas de tu corazón.

Autor del poema: Leopoldo Lugones

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EL CORAZÓN ROTO

Demente está quien afirma
haber estado una hora enamorado,
mas no es que el amor así se desvanezca,
sino que, de hecho, en menos tiempo puede devorar.
¿Quién osará creerme si juro
haber sufrido un año de esta plaga?
¿Quién no se reiría de mí si yo dijera
que vi arder todo un día la pólvora de un frasco?

¡Ay, qué insignificante el corazón,
si llega a caer en manos del amor!
Cualquier otro pesar deja sitio
a otros pesares, y para sí reclama solo una parte.
Vienen hasta nosotros, pero a nosotros el Amor arrastra,
y, sin masticar, nos absorbe.
Por él, como por el infame hierro, tropas enteras caen.
Él es el esturión tirano; nuestros corazones, la morralla.

Si así no fue, ¿qué le sucedió
a mi corazón cuando te vi?
A la alcoba traje un corazón,
pero de ella emergí vacío, desolado.
Si contigo hubiera ido, sé
que a tu corazón el mío le habría enseñado
la compasión.
Pero, ¡ay!, Amor, de una herida lacerante la felicidad
se ha quebrado.

Más la Nada en Nada puede convertirse,
ni sitio alguno puede del todo vaciarse,
así, pues, pienso que aún posee mi pecho todos
esos fragmentos, aunque no estén reunidos.
Y ahora, como los espejos rotos muestran
cientos de rostros más menudos, así
los añicos de mi corazón pueden sentir agrado,
deseo y adoración,
pero después de tal Amor, jamás volverán a amar.

Autor del poema: John Donne

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CORAZÓN CORAZA

Porque te tengo y no
porque te pienso
porque la noche está de ojos abiertos
porque la noche pasa y digo amor
porque has venido a recoger tu imagen
y eres mejor que todas tus imágenes
porque eres linda desde el pie hasta el alma
porque eres buena desde el alma a mí
porque te escondes dulce en el orgullo
pequeña y dulce
corazón coraza

porque eres mía
porque no eres mía
porque te miro y muero
y peor que muero
si no te miro amor
si no te miro

porque tú siempre existes dondequiera
pero existes mejor donde te quiero
porque tu boca es sangre
y tienes frío
tengo que amarte amor
tengo que amarte
aunque esta herida duela como dos
aunque te busque y no te encuentre
y aunque
la noche pase y yo te tenga
y no.

Autor del poema: Mario Benedetti

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QUIÉN FUERA

Estoy buscando una palabra
En el umbral de tu misterio
¿Quién fuera Alí Babá?
¿Quién fuera el mítico Simbad?
¿Quién fuera un poderoso sortilegio?
¿Quién fuera encantador?

Estoy buscando una escafandra
Al pie del mar de los delirios
¿Quién fuera Jacques Costeau?
¿Quién fuera Nemo el capitán?
¿Quién fuera el batiscafo de tu abismo?
¿Quién fuera explorador?

Corazón, corazón obscuro
Corazón, corazón con muros
Corazón, que se esconde
Corazón, que está dónde
Corazón, corazón en fuga
Herido de dudas de amor.

Estoy buscando melodía
Para tener como llamarte
¿Quién fuera ruiseñor?
¿Quién fuera Lennon y McCartney
Sindo Garay, Violeta, Chico Buarque?
¿Quién fuera tu trovador?

Corazón, corazón obscuro
Corazón, corazón con muros
Corazón, que se esconde
Corazón, que está dónde
Corazón, corazón en fuga
Herido de dudas de amor.

Autor del poema: Silvio Rodríguez

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EL CORAZÓN REBOSANTE

El alma traigo ebria de aroma de rosales
y del temblor extraño que dejan los caminos...
A la luz de la luna las vacas maternales
dirigen tras mi sombra sus ojos opalinos.

Pasan con sencillez hacia la cumbre,
rumiando simplemente las hierbas del vallado;
o bien bajo los árboles con clara mansedumbre
se aduermen al arrullo del aire sosegado.

Y en la quietud augusta de la noche mirífica,
como sutil caricia de trémulos pinceles,
del cielo florecido la claridad magnífica
fluye sobre la albura de sus lustrosas pieles.

Y yo discurro en paz, y solamente pienso
en la virtud sencilla que mi razón impetra;
hasta que, en elación el ánimo suspenso,
gozo la sencillez que viene y me penetra.

Sencillez de las bestias sin culpa y sin resabio;
sencillez de las aguas que apuran su corriente;
sencillez de los árboles... ¡Todo sencillo y sabio,
Señor, y todo justo, y sobrio, y reverente!

Cruzando las campiñas, tiemblo bajo la gracia
de esta bondad augusta que me llena...
¡Oh dulzura de mieles! ¡Oh grito de eficacia!
¡Oh manos que vertisteis en mi espíritu
la sagrada emoción de la noche serena!

Como el varón que sabe la voz de las mujeres
en celo, temblorosas cuando al amor incitan,
yo sé la plenitud en que todos los seres
viven de su virtud, y nada solicitan.

Para seguir viviendo la vida que me resta
haced mi voluntad templada, y fuerte y noble,
oh virginales cedros de lírica floresta,
oh próvidas campiñas, oh generoso roble.

Y haced mi corazón fuerte como vosotros
del monte en la frecuencia.
Oh dulces animales que, no sabiendo nada,
bajo la carne sabéis la antigua ciencia
de estar oyendo siempre la soledad sagrada.

Autor del poema: Porfirio Barba Jacob

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TIENE RAÍZ

Tiene raíz la flor que yo te muestro
Plántala en tu corazón.

Autor del poema: Alejandro Jodorowsky

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EN EL CORAZÓN, QUIZÁ

En el corazón, quizá, o más exacto:
Una herida rasgada con navaja,
Por donde se va la vida mal gastada,
Con total conciencia nos apuñala.
El desear, el querer, el no bastar,
Equivocada búsqueda de la razón
Que el azar de ser nos justifique,
Es eso lo que duele, quizá en el corazón.

Autor del poema: José Saramago

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