84 Poemas de despedida
REQUIEM POR MI AMADA MUERTA
Con su triste llamada de réquiem
Hoy están replicando las campanas
Su tañir ha sonado demasiado diferente
Al tañido que se escucha en las mañanas
“Y al llegar el rayo del sol más tempranero
Su dulce caricia hoy día te negó
Y tu cuerpo se fue enfriando poco a poco
Hasta que totalmente frio se quedó”
Canta la noche en su tono más triste
Gime y gira el viento con helado soplar
Brillan los astros en sus tonos más grises
Parecen apagarse y no quieren brillar.
La huella que ha dejado tu paso por mi vida
Ha creado grandes surcos imposibles de borrar
Y los surcos han creado tan profundas heridas
Que se mantienen vivas y no dejan de sangrar.
Y ya que solo en sueño se puede tocar un arcoíris
Usaré mis sueños para traerte junto a mí
Sembraré de rosas el pequeño habitáculo
Que contiene el ser amado que ayer yo perdí.
Rosas pondré sobre tu tumba en la mañana,
Cada mañana, mientras pueda, he de venir,
A susurrarte muchas cosas que había callado
O que sólo han surgido después de tu morir.
Yo no sé si alzar mi voz para evocar tu recuerdo
O llamarte en tono quedo que escuchemos los dos
O decirte un poema con lágrimas de pena
O cantarte canciones con un quiebre de voz.
Añoraré los besos y caricias que me dabas
Pero serán muy dolorosos los que nunca te di
Las palabras amables que no brotaron de mi boca
Que quedarán para siempre encerradas en mí.
Y ya que el alma resiste al tiempo, la soledad y el silencio
Te seguiré soñando por etéreos caminos aún no descritos
Donde el infinito muere o se desvanece o se evapora
O en el éxtasis glamoroso de los poemas no escritos.
Será tu nombre la última letra que lleven mis poemas
O lo pondré en un lucero cuando brille en el confín
Regaré tus flores pues que tú ya no puedes
Resumiré mis tristezas y las enterraré en tu jardín.
Autor Bertoldo Herrera Gitterman
12 09 21
POEMA DE LA DESPEDIDA
Te digo adiós, y acaso te quiero todavía.
Quizá no he de olvidarte, pero te digo adiós.
No sé si me quisiste... No sé si te quería...
O tal vez nos quisimos demasiado los dos.
Este cariño triste, y apasionado, y loco,
me lo sembré en el alma para quererte a ti.
No sé si te amé mucho... no sé si te amé poco;
pero sí sé que nunca volveré a amar así.
Me queda tu sonrisa dormida en mi recuerdo,
y el corazón me dice que no te olvidaré;
pero, al quedarme solo, sabiendo que te pierdo,
tal vez empiezo a amarte como jamás te amé.
Te digo adiós, y acaso, con esta despedida,
mi más hermoso sueño muere dentro de mí...
Pero te digo adiós, para toda la vida,
aunque toda la vida siga pensando en ti.
PERSONALMENTE ODIO LAS DESPEDIDAS NO...
Personalmente odio las despedidas, no es fácil dejar marchar. Decir adiós duele, es triste y la melancolía se apodera de ti. A veces es necesario, a veces opcional y otras muchas veces es el reloj de la vida quien precipita la despedida sin pedir perdón ni permiso.
Las despedidas duelen, pero más fuerte aún es la esperanza de volvernos a encontrar y más bella la fantasía del recuerdo.
Esto no es un adiós, esto es un gracias o más bien un hasta luego.”
“Las despedidas no son para siempre. Las despedidas no son el final. Simplemente quieren decir: te echaré de menos hasta que nos encontremos de nuevo.” No existen las despedidas entre nosotros. Allí donde estés, te llevaré en mi corazón.”
“A pesar de los kilómetros que vayan haber entre nosotros, nunca estamos separados, la amistad no se cuenta en metros, se mide por el corazón.”
“El dolor de la separación no es nada comparado con la alegría de reunirse de nuevo.”
Adiós no significa siempre el final, a veces significa un nuevo comienzo,
DESPEDIDA
Llegaste a mí, turbada e indecisa,
tu fúlgido mirar de profetisa
reclamando justicia a mis desmanes;
se acrisoló de celos musulmanes.
Oleajes de cólera imprecisa
me hicieron presentir tus huracanes,
y el cínico desdén de mi sonrisa
desvaneció tus últimos afanes...
Entonces fue cuando flotó en la nada
la despedida azul de tu mirada,
y escuché sollozar tu desconsuelo;
saliste, compungida y vacilante,
y un llorar silencioso de diamante
concentró el origán de tu pañuelo.
SR. MÍO DON DIEGO
Sr. mío Don Diego:
Escribo esto desde el cuarto de un hospital
y en la antesala del quirófano.
Intentan apresurarme
pero yo estoy resuelta a terminar ésta carta,
no quiero dejar nada a medias
y menos ahora que sé lo que planean…
[…]
Cuando me dijeron
que habrían de amputarme la pierna
no me afectó como todos creían,
NO,
yo ya era una mujer incompleta
cuando le perdí, otra vez,
por enésima vez quizás
y aún así sobreviví.
No me aterra el dolor y lo sabes,
es casi una condición inmanente a mi ser,
aunque sí te confieso que sufrí,
y sufrí mucho…
[…]
No pretendo causarte lástima,
a ti ni a nadie,
tampoco quiero
que te sientas culpable de nada,
te escribo para decirte que te libero de mí,
vamos, te «amputo» de mi,
sé feliz y no me busques jamás.
PARTIDA
Yo soy una estación sentimental
y los adioses pitan como trenes.
Es inútil llorar.
En los contornos del crepúsculo,
ventanas encendidas
hacia los rumbos
nuevos.
Palpita
todavía
la alondra
vesperal
de su pañuelo.
Recuérdame.
Ojalá me recuerdes
en cada amanecer lluvioso,
cuando el frío erice tu piel
y el calor de mi cuerpo no te cobije.
Ojalá me recuerdes
cada noche cuando falte un abrazo,
un beso que toque tu corazón
y oigas mis pasos en la nada.
Ojalá me recuerdes
por toda la vida que vivimos,
por la que nos faltó por vivir
como si fuese un poema de amor.
gbl
11/01/2018
Derechos Reservados de Autor
Cielo
Y tendrás un dulce sueño de hermoso contenido, arropado por los ángeles te susurran al oído, llegó la paz, el descanso, entre ellos merecido.
Sensaciones de invaden de inmenso colorido,ocultas tanto tiempo y todo el tiempo contigo.
PARA SIEMPRE
¡Para siempre! es el canto de la vida,
y todo son es son de despedida.
Brota un adiós de cada boca abierta,
y es toda boca en flor boca de herida.
Despedida
Cuando me digas, “dejé de quererte”
Te miraré a los ojos y pensaré:
¡se murió el amor!, tal vez pregunte;
¿es una despedida? me dirás:
cuando el corazón se cansa,
aunque te siga queriendo,
al amor, es mejor dejarlo ir
y seguir queriéndote más allá,
del final de la vida; mientras tanto
vivir amándote, es seguir muriendo.
Y entenderás, que vivos o muertos
el amor vagará en la eternidad.
gbl
06/11/2017
Derechos Reservados de Autor
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