Poemas
Aquí, en la portada, puedes leer los 100 mejores poemas de siempre, según vuestros votos, separados en dos listas: 50 son de autores consagrados, y los otros 50 de usuarios. Tiene mucho mérito aparecer en esta selección, así que si te esfuerzas a lo mejor te puntúan tan bien que sales aquí. ¡No dejes de intentarlo!
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EL ESPIRITU OLVIDA TODOS LOS SUFRIMIENTOS...
El espiritu olvida todos los sufrimientos cuando la tristeza tiene compañia y amistad que la consuele.
LA PALABRA QUE NO TE DIJE
Pensar que tantas veces
estuve cerca, cerca de tu lado.
Las palabras rodaban sobre el tema
sin entrar,
como el agua en las piedras.
¡Quizá hasta deseabas
que yo te dijera la expresión abierta!
Los minutos propicios
se malograron en mi lengua,
culpa de las palabras
que no fueron precisas.
La frase preparada tanto tiempo
no pudo conservar el equilibrio
y se dejó caer en el abismo
––volatinera del silencio.
Pensar que tú esperabas la palabra
como la madre al hijo
del fondo de su vientre…
Pensar que tú esperabas la palabra
y que yo nunca, ¡nunca!, te la dije.
QUE YO SIEMPRE AMÉ
Que yo siempre amé
yo te traigo la prueba
que hasta que amé
yo nunca viví -bastante-
que yo amaré siempre
te lo discutiré
que amor es vida
y vida inmortalidad
esto -si lo dudas- querido,
entonces yo no tengo
nada que mostrar
salvo el calvario
BEBÉ
Cuenta Bebé dos meses no cumplidos,
pero burlando al tiempo y sus reveses,
como todos los niños bien nacidos
parece un señorón de 20 meses.
Rubio, y con ojos como dos luceros
lo vi con traje de color de grana
en un escaparate de Plateros
un domingo de Pascua en la mañana.
Iban conmigo Concha y Margarita
y al mirar las dos, ambas gritaron:
"¡Mira padre, qué cara tan bonita!"
y trémulas de gozo mi miraron.
¿Quién al ver que en sus hijas se subleva
la ambición de adueñarse de un muñeco,
no se siente vencido cuando lleva
dos duros en la bolsa del chaleco?
Ha vencido pensé: si está comprado,
y como es natural tiene otros dueños
mis hijas perderán el encantado
palacio de sus mágicos ensueños.
Pero movido el paternal cariño,
entré a la tienda a realizar su antojo,
y dije al vendedor: "Quiero ese niño
de crenchas blondas y vestido rojo".
Abrió entonces la alcoba de cristales
tomó a Bebé, lo puso entre mis manos,
y convirtió a mis hijas en rivales
porque el amor divide a los hermanos.
"Para mí" -Concha me gritó importuna,
"para mí" -me gritaba Margarita,
y yo les grité al fin: "para ninguna"
con la seca aridez de un cenobita.
Reinó un silencio entre las dos profundo,
y yo recordé entonces conturbado
este axioma tristísimo del mundo:
"Ser rival es odiar y ser odiado".
Y así pensé: no debo en corazones
que de la vida llaman a la puerta,
encender con el celo esas pasiones,
que el odio atiza y el rencor despierta.
La historia del amor con dos premisas,
iguala a la mujer y no os asombre;
¡Un muñeco en la edad de las sonrisas,
y en la edad de las lágrimas, un hombre!
ESPERO QUE EL AMOR...
Espero que el amor verdadero
y la verdad
sean finalmente más fuertes
que cualquier infortunio.
EL DÍA EN QUE DEJE DE QUERERTE
Sé que llegará el día en que deje de quererte.
Todo será tan rápido:
primero pensaré que la vida se acaba,
que nunca fui más lejos que al dejarte marchar;
después
vendrá el olvido.
Estos poemas
hablarán todavía de nosotros
pero de tí y de mí, ya no, ya nunca más.
Cuando África amanezca cubierta por la nieve
y en los cuadros de Goya luzca el sol.
El día en que las águilas se vuelen de los dólares,
Pompeya se despierte
de su sueño a la sombra del volcán,
entonces,
sólo entonces
dejaré de quererte.
El día que no acabe a las doce de la noche.
El día en que el cielo de Marte cubra el cielo
o Raskolnikov salga de ‘Crimen y castigo’
a poner unas rosas
en la tumba de Dostoievsky,
entonces
todo habrá terminado,
no te voy a querer.
Para hasta que eso ocurra,
sólo tú y yo
podríamos
separarme
de ti.
HAY COSAS QUE NO SE CUENTAN...

Hay cosas que no se cuentan y mueren en los corazones.
RECUERDO
Te recuerdo en el llanto y en la risa;
en la estrella, en el verso y en la rosa;
en la opulenta copa que rebosa
y en el trozo de pan que se precisa.
En la luz que gastó la mariposa
para ser mariposa y no ser brisa;
en la tranquilidad que se improvisa
y en la diaria inquietud que nos acosa.
En la noche que sube hasta la frente;
en el cielo que alfombra cada fuente
y en el cielo ensatado en la oración;
en la angustia que rige cada paso;
en el rojo cansancio del ocaso,
y en el cansancio de mi corazón.
DISCIPLINA SECRETA
La casa como barco
en alta mar de junio.
Las calles como trenes
de noche sosegada.
Estas cosas no pasan en el mundo.
Estoy por afirmar
que ahora vivo en un libro de poemas.
Pero si tú me miras,
decidida a existir
desde el fondo templado de tus ojos,
también existe el mundo.
Y muy probablemente
yo acabaré por existir contigo.
AQUELLAS PEQUEÑAS COSAS
Uno se cree
que las mató
el tiempo y la ausencia.
Pero su tren
vendió boleto
de ida y vuelta.
Son aquellas pequeñas cosas,
que nos dejó un tiempo de rosas
en un rincón,
en un papel
o en un cajón.
Como un ladrón
te acechan detrás
de la puerta.
Te tienen tan
a su merced
como hojas muertas.
que el viento arrastra allá o aquí,
que te sonríen tristes y
nos hacen que
lloremos cuando
nadie nos ve.
Desde el 471 hasta el 50 de un total de 50 Poemas
