22/08/1992
4 Enero 2019, 04:33
Hundo mis manos en la oscuridad,
celda que te retiene de la esperanza,
brazos que desaparecen a medida que se alejan de mi cara
mas ningún poeta vive de su cautiverio
Arquímedes el carcelero juega con las baldosas
mientras la oreja se acostumbra al silencio
ya el corazón se tomara el descanso,
y la noche me devuelve a mis enemigos,
el holandés que me trajo
aun conserva la mordaza,
mañana el humo se alzara por encima de las murallas
no hay excepción,
para aquellos que incumplan la regla.
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