A LA HIENA QUE ACECHA
Sobre lo necesario y lo perdido
han mentido con su lengua de lagarto.
Lugares comunes que revientan
el vientre azul de las mariposas.
Vomitan tijeras y huracanes
sobre la cruz azul de las urgencias,
arañan la madera de pupitres,
arrancan de las bocas biberones,
desahucian pesebres en diciembre.
Ellos, banderas relucientes en la tarde,
mirada de vieja estatua en escorzo,
Barrio de Salamanca, paddle, casa Lucio,
vieja estirpe de puteros y asonada,
sueñan con un 18 de julio.
Mientras tanto Navidades en familia
Mensaje del rey, niños a callarse,
islas caimán y vivaspaña.
Vosotros tenéis mi desprecio
mi puño cerrado, mi tormenta,
14 de abril, noche de bares
conspirando para abrir las alamedas.
Con terroristas no se negocia, tú lo dijiste,
así que no me vengas con la paz de los mercados,
retira tu colmillo de la escuela,
devuélvele la cama a los enfermos.
Sobre lo necesario y lo perdido
aún falta nuestro relato,
el libro dorado en que despierto,
la tumba de mármol,
epitafio para hienas y coyotes,
hojas quemadas, leones de acero
bebiendo mansamente de mis manos.
Autor del poema: Ismael Serrano