AMOR, QUE ME VIO LIBRE Y NO OFENDIDO          
               Amor, que me vio libre y no ofendido,		
torció, de mil despojos ricos llena,		
en lazos de oro y perlas la cadena,		
y en nieve escondió y púrpura, atrevido.		
   Con la flor de las luces yo perdido,		
llegué y apresuré mi eterna pena;		
tiembla el pecho fiel y me condena;		
huyo, doy en la red, caigo rendido.		
   La culpa de mis daños no merezco,		
que fue el nudo hermoso, y de mi grado	
no una vez le entregara la victoria.		
   Cuanto sufro en mis cuitas y padezco		
hallo en bien de mis yerros engañado		
y del engaño salgo a mayor gloria.
Autor del poema: Fernando de Herrera
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