AQUELLA HORA DE MEDIANOCHE 

La Madre Virgen se arrodilla sobre el piso
Y tiene a su bebé en el brazo,
El corazón está más contento que los labios pueden decir,
Para mantener a su bebé nacido nuevo cómodo y tibio,
Un bebé más dulce y justo y estimado
Que cualquiera subió brote en el sol brillante,
De quiénes ojos pequeños miran directamente en su propio,
Oh, bendijo a criada, hijo de Dios es también tuyo.
Tras la medianoche santa, cuando Él vino a la tierra:
Cuando vierte un rayo del sol por un vidrio límpido,
No partida ninguna marca sobre su cara;
Una gota de rocío sobre el césped verde fresco,
Una estrella pequeña que cayó sobre su regazo,
Un bebé que arrulla, eso busca el seno virgen.
Las esperanzas de todo el mundo de pecado-maldijo
Sobre estes párpados de bebé descansa.
Y desde entonces la hora de medianoche es santa,
Y millón de corazones humanos se bate
A la admiración y el amor para Él que vino,
Para salvar el mundo, propia Palabra encarnada de Dios.
El entró la oscuridad, quien era La Luz,
Su divinidad brilló de ojos claros de niño cianótico,
La maldición de la tierra primer pecado se levantó entonces,
Esa hora de la medianoche volvió a abrir el paraíso

Autor del poema: Anónimo

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