CANCIÓN DE OTOÑO 

La queja sin fin
del flébil violín
otoñal
hiere el corazón
de un lánguido son
letal.

Siempre soñando
y febril cuando
suena la hora,
mi alma refleja
la vida vieja
y llora.

Y arrastra un cruento
perverso viento
a mi alma incierta
aquí y allá
igual que la
hoja muerta.

Autor del poema: Paul Verlaine

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