¿CÓMO ERA?          
            La puerta, franca.
                             Vino queda y suave. 
Ni materia ni espíritu. Traía 
una ligera inclinación de nave 
y una luz matinal de claro día.
No era de ritmo, no era de armonía 
ni de color. El corazón la sabe, 
pero decir cómo era no podría 
porque no es forma, ni en la forma cabe.
Lengua, barro mortal, cincel inepto, 
deja la flor intacta del concepto 
en esta clara noche de mi boda,
y canta mansamente, humildemente, 
la sensación, la sombra, el accidente, 
mientras Ella me llena el alma toda!
Autor del poema: Dámaso Alonso
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