CONSUELO Y ALEGRÍA DEL VINO 

Bebe y emborráchate, Melanipo, conmigo. ¿Qué piensas?
¿Que vas a vadear de nuevo el vorticoso Aqueronte,
una vez ya cruzado, y de nuevo de! sol la luz clara
vas a ver? Vamos, no te empeñes en tamañas porfías.
En efecto, también Sísifo, rey de los eolios, que a todos
superaba en ingenio, se jactó de escapar a la muerte.
Y, desde luego, el muy artero, burlando su sino mortal,
dos veces cruzó el vorticoso Aqueronte. Terrible
y abrumador castigo le impuso el Crónida más tarde
bajo la negra tierra. Conque, vamos, no te ilusiones.
Mientras jóvenes seamos, más que nunca, ahora importa
gozar de todo aquello que un dios pueda ofrecernos.

Autor del poema: Alceo de Mitilene

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