27 Poemas de corazón
Eres.
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Eres solo un viento pasajero
Que soplo por mi ventana
Jadeando memorias lejanas
Y un futuro distante
Eres solo la misma poesía
Que jamas pude escribir
Y aunque busque no he visto
Nada que te describa
Eres todas mis futuras canciones
Mis próximas inspiraciones
Un mar de sensaciones
Amalgama con tu piel
Eres la imagen mas viva
De mis emociones mas intimas
Mi tinta y todas mis heridas
Son marcas en tu velo
Eres mucho mas que una chispa
Una tormenta estrellada
Mi corazón con tu calor se dispara
Y en tus brazos se desviste
Eres sola la historia mas triste
Que me contaron algun dia
Y que aun ronda en mi cabeza
Cual gorrión sobre la tuya
EN EL CORAZÓN, QUIZÁ
En el corazón, quizá, o más exacto:
Una herida rasgada con navaja,
Por donde se va la vida mal gastada,
Con total conciencia nos apuñala.
El desear, el querer, el no bastar,
Equivocada búsqueda de la razón
Que el azar de ser nos justifique,
Es eso lo que duele, quizá en el corazón.
Habla el corazón
"Habla el corazón"
Nadie puede quitarme lo que por tí siento
Lo digo en serio yo no miento
Es del corazón,puro sentimiento!
Nadie puede llenar el vacio que dejaste dentro mío!
Nadie puede ocupar ése tu lugar
Por siempre y para siempre solo a tí te sabré amar!
Me has dejado herido mucho te eh dado por eso eh sufrido!
Amarte fué una condena de larga pena una triste soledad en cadena!
No puedo odiarte,está prohibido
en mi corazón quitarte!
Solo queda marcharme y olvidarte
Quedarme con tus dulces besos que supe bien darte!
Extrañarás cuándo no sepan mimarte
de todo mal cuidarte,cuándo nadie sepa acariciarte,como lo hice yo en cada día enamorarte!
Tiempo atrás no habrá porque no volverá se marchará para no estar más!
No esperes que la vida siga pasando ahora hay que intentar lo que tu corazón te pasa gritando!
tu cariño no me lo estés más negando y de una ves debes dármelo!
Porque cuándo me eleve al más allá
Sólo pensaré quién te cuidará
Quién te protejerá y quién todo por ti dará!
Que pasará que resultará de un hombre que amó sólo a tí de verdad!
Y aunque no alla eternidad por siempre jamás,en cada lluvia un trueno sonará
Y ahí te acordarás que es mi corazón que por ti volvió a preguntar...
M.M.
TIENE RAÍZ
Tiene raíz la flor que yo te muestro
Plántala en tu corazón.
UN RECUERDO
¡Ay, cómo el llanto de mis ojos quema!...
¡Cuál mi mejilla abrasa!...
¡Cómo el rudo penar que me envenena
mi corazón traspasa!
Cómo siento el pesar del alma mía
al empuje violento
del dulce y triste recordar de un día
que pasó como el viento.
Cuán presentes están en mi memoria
un nombre y un suspiro...
Página extraña de mi larga historia,
de un bien con que deliro.
Yo escuchaba tina voz llena de encanto,
melodía sin nombre,
que iba risueña a recoger mi llanto...
¡Era la voz de un hombre!
Sombra fugaz que se acercó liviana
vertiendo sus amores,
y que posó sobre mi sien temprana
mil cariñosas flores.
Acarició mi frente que se hundía
entre acerbos pesares;
y lleno de dulzura y de armonía
díjome sus cantares.
Y ¡ay!, eran dulces cual sonora lira,
que vibrando se siente
en lejana enramada, adonde expira
su gemido doliente.
Yo percibí su divinal ternura
penetrar en el alma,
disipando la tétrica amargura
que robara mi calma.
Y la ardiente pasión sustituyendo
a una fría memoria,
sentí con fuerza el corazón latiendo
por una nueva gloria.
Dicha sin fin, que se acercó temprana
con extraños placeres,
como el bello fulgor de una mañana
que sueñan las mujeres.
Rosa que nace al saludar el día,
y a la tarde se muere,
retrato de un placer y una agonía
que al corazón se adhiere.
Imagen fiel de esa esperanza vana
que en nada se convierte;
que dice el hombre en su ilusión mañana,
y mañana es la muerte.
Y así pasó: Mi frente adormecida
volvióse luego roja;
y trocóse el albor de mi alegría,
flor que, seca, se arroja
Calló la voz de melodía tanta
y la dicha durmió;
y al nuevo resplandor que se levanta
lo pasado murió.
Hoy sólo el llanto a mis dolores queda,
sueños de amor de corazón, dormid:
¡Dicha sin fin que a mi existir se niegan
gloria y placer y venturanza huid!
pensando en ti
Un día llegaste
y con solo mirarte me flechaste
y mi herida tu curaste
mi corazón de robaste
sin mi permiso te adueñaste
Te pienso a cada instante
recuerdo cada sonrisa que me tiraste
recuerdo esos ojos al instante
y como no olvidarte
si mi camino iluminaste
Perdería la cabeza por ti
lo que me paso a mi
el día que te vi
Quiero decirte ahora
cada día, cada minuto, cada hora
quiero escribirle poemas a cada momento
a la mujer mas hermosa que la aurora
EL SON DEL CORAZÓN
Una música íntima no cesa,
porque transida en un abrazo de oro
la Caridad con el Amor se besa.
¿Oyes el diapasón del corazón?
Oye en su nota múltiple el estrépito
de los que fueron y de los que son.
Mis hermanos de todas las centurias
reconocen en mí su pausa igual,
sus mismas quejas y sus propias furias.
Soy la fronda parlante en que se mece
el pecho germinal del bardo druida
con la selva por diosa y por querida.
Soy la alberca lumínica en que nada,
como perla debajo de una lente,
debajo de las linfas, Scherezada.
Y soy el suspirante cristianismo
al hojear las bienaventuranzas
de la virgen que fue mi catecismo.
Y la nueva delicia, que acomoda
sus hipnotismos de color de tango
al figurín y al precio de la moda.
La redondez de la Creación atrueno
cortejando a las hembras y a las cosas
con un clamor pagano y nazareno.
¡Oh Psiquis, oh mi alma: suena a son
moderno, a son de selva, a son de orgía
y a son marino, el son del corazón!
EL CORAZÓN REBOSANTE
El alma traigo ebria de aroma de rosales
y del temblor extraño que dejan los caminos...
A la luz de la luna las vacas maternales
dirigen tras mi sombra sus ojos opalinos.
Pasan con sencillez hacia la cumbre,
rumiando simplemente las hierbas del vallado;
o bien bajo los árboles con clara mansedumbre
se aduermen al arrullo del aire sosegado.
Y en la quietud augusta de la noche mirífica,
como sutil caricia de trémulos pinceles,
del cielo florecido la claridad magnífica
fluye sobre la albura de sus lustrosas pieles.
Y yo discurro en paz, y solamente pienso
en la virtud sencilla que mi razón impetra;
hasta que, en elación el ánimo suspenso,
gozo la sencillez que viene y me penetra.
Sencillez de las bestias sin culpa y sin resabio;
sencillez de las aguas que apuran su corriente;
sencillez de los árboles... ¡Todo sencillo y sabio,
Señor, y todo justo, y sobrio, y reverente!
Cruzando las campiñas, tiemblo bajo la gracia
de esta bondad augusta que me llena...
¡Oh dulzura de mieles! ¡Oh grito de eficacia!
¡Oh manos que vertisteis en mi espíritu
la sagrada emoción de la noche serena!
Como el varón que sabe la voz de las mujeres
en celo, temblorosas cuando al amor incitan,
yo sé la plenitud en que todos los seres
viven de su virtud, y nada solicitan.
Para seguir viviendo la vida que me resta
haced mi voluntad templada, y fuerte y noble,
oh virginales cedros de lírica floresta,
oh próvidas campiñas, oh generoso roble.
Y haced mi corazón fuerte como vosotros
del monte en la frecuencia.
Oh dulces animales que, no sabiendo nada,
bajo la carne sabéis la antigua ciencia
de estar oyendo siempre la soledad sagrada.
limonada de amor
Yo limosnera de amor fui un día
de corazón en corazón llamé
pero nadie mi pena comprendía
de una limosna de cariño hallé
Llamé a tu corazón con yerta mano
y al mirarme tuviste compasión
un poco de cariño me brindaste
y yo en cambio te di mi corazón.
Hoy en vano llamé, tu pecho mudo
no me dio la limosna de su amor
y te quedaste indiferente y mudo
pero yo me quedé sin corazón.
AYER FUI AL BOSQUE ALLÍ DONDE...
Ayer fui al bosque. Allí donde vivo...
Pensé en ti a la sombra de un olivo.
Pensé... en tus mejillas sonrosadas y recordé tu cálida mirada.
Esta poesía es para llamar tu atención.
Porque cada vez que te miro se me acelera el corazón.
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