13 Poemas del coronavirus
OJALÁ PRONTO
Ojalá pronto nuestras llamadas a deshoras se conviertan en susurros antes de dormir. Que lo difícil de coincidir se convierta en esperarnos para cenar.
Que cada kilómetro de distancia que nos separa se convierta en besos en la espalda cada noche.
Que los viajes para vernos veinticuatro horas se conviertan en veinticuatro horas perdidos por Europa.
Que las canciones que nos dedicamos desde lejos, las podamos bailar agarrados. Que se acaben las prisas para hacer la maleta y la tensión de la estación.
Ojalá pronto todo el mundo que ahora no entiende, entienda que el amor no entiende de distancias pero vive a base de pasión y confianza. Y que de eso tenemos el contador lleno.
Ojalá pronto estemos cerca, y todo lo luchado merezca más la pena.
Ojalá pronto, reírnos en cama, deseando que mañana por la mañana me despierte el olor de tu piel, y ya no haga falta desayunar nada.
Ojalá pronto…
"Ya no queda nada"
Ya no quedan bares,
ya no hay cerveza ni camarera,
ni camarera...
Ya no se ve el monte,
no veo la playa que te bañaba,
que te bañaba...
Ya no se circula,
no quedan mapas ni carretera,
ni carretera...
Ya no veo Atocha,
no sale el metro que te llevaba,
que te llevaba...
El covid en Cartagena
EL COVID EN CARTAGENA
En el año 2020 se rumoraba la llegada de una visita que no era tan anhelada.
La ciudad de Cartagena estaba conmocionada del dichoso personaje que llegaría a la ciudad soleada.
Los medios de comunicación no cesaban de proclamar el nombre del personaje que revuelos iba a causar.
Las familias cartageneras salían a comprar, de manera exagerada como sí el mundo fuera acabar.
Dia a día se sentía un temor profundo por la crisis humanitaria que se veía en todo el mundo.
Las calles de Cartagena las visitaba soledad, evitando que este virus se fuera a propagar.
El alcalde de Cartagena preocupado por la ciudad declaraba cuarentena para acabar la terquedad.
Los niños desesperados haciendo sus tareas todo el tiempo encerrados en medio de la cuarentena.
Los productos como el plátano, el aguacate y el limón fueron los protagonistas en esta situación.
Cuando empezaban las clases y la virtualidad se imponía se escuchaba de fondo una fuerte algarabía y en esos instantes las clases se interrumpían a esperar que la carreta dejara la gritería.
Muchas cosas dejò el covid, no todas eran malas, se reforzó el refrán que al mal tiempo buena cara.
La gran visita causó muchos estragos no tenía distinción de género, edad, ni de estratos, se metía en el cuerpo hasta dejar a muchos devastados.
Las tristezas en las familias invadían cada día, de ver cómo la gente con este virus se moría.
Muchas injusticias se vivieron en el momento, las personas buscaban solución para ese tormento.
A las clínicas no acudían para evitar no morir, comprando medicinas que les ayudaría a vivir.
Muchas enseñanzas desde ese tiempo quedaron, a valorar a los nuestros, a lavar nuestras manos, a resaltar lo maravilloso que Dios nos ha dado.
Autora:
Lizette Posada Jaramillo
Cartagena 2020.
Desde el 11 hasta el 13 de un total de 13 Poemas del coronavirus