27 Poemas de canciones
CANCIÓN DE HADAS
Hadas divinas hadas!
Creer en las hadas
en las rosadas, felices noches estivales,
y también en esas noches extrañas
cuando entre abismos de sombras en el silencio
del silencio
se encuentra de súbito una líquida palabra melodiosa
como una fresca agua recóndita, un agua
de dulce mirada.
¿No creer ya en las hadas?
Pero entonces... Yo creo, ciertamente,
que mi antigua haya era una reina de hadas,
y lo supe cuando en el cielo de su mirada
subían rosas ardientes y cuando su palabra
quemó mi piel sin dejar señales,
y porque en su corpiño, bajo las sedas
le palpitaban palomas blancas.
* * *
Ahora el silencio
un silencio duro, sin manantiales,
sin retamas, sin frescura,
un silencio que persiste y se ahonda
aun detrás del estrépito
de las ciudades que se derrumban.
Y las hadas se pudren en los estanques muertos
entre algas y hojas secas
y malezas,
o se han transformado en trajes de seda
abandonados en viejos armarios que se quejan,
trajes que lucieron ciñéndose a la locura de las da
entre luces y músicas.
YO NO QUIERO COBARDES
Yo no quiero cobardes
que me hagan sufrir
Mejor le digo adiós
a tu boca de anís.
ANTES DE AMARTE
(Cantado por Pedro Guerra)
Antes de amarte, amor, nada era mío:
Vacilé por las calles y las cosas:
Nada contaba ni tenía nombre:
El mundo era del aire que esperaba.
Yo conocí salones cenicientos,
Túneles habitados por la luna,
Hangares crueles que se despedían,
Preguntas que insistían en la arena.
Todo estaba vacío, muerto y mudo,
Caído, abandonado y decaído,
Todo era inalienablemente ajeno,
Todo era de los otros y de nadie,
Hasta que tu belleza y tu pobreza
Llenaron el otoño de regalos
CANCIÓN DEL ELEGIDO
Me he dado cuenta
De que miento
Siempre he mentido
Siempre he mentido
He escrito tanta
Inútil cosa
Sin descubrirme
Sin dar conmigo
No amar en seco
Con tanto dolor
Es quizás la ultima verdad
Que queda en mi interior
Bajo mi corazón
No se si fue
Que mataste mi fe
En amores sin porvenir
Que no me queda ya
Ni un grano de sentir
Yo se que a nadie
Le interesa
Lo de otra gente
Con sus tristezas
Esta canción es mas que una canción
Y un pretexto para sufrir
Y mas que mi vivir
Y mas que mi sentir
Esta canción es la necesidad
De agarrarme a la tierra al fin
De que te veas en mi
De que me vea en ti
Yo se que hay gente
Que me quiere
Yo se que hay gente
Que no me quiere
CANCIÓN DE LA DISTANCIA
Mirarás un país turbio entre mis ojos,
mirarás mis pobres manos rudas,
mirarás la sangre oscura de mis labios:
todo es en mí una desnudez tuya.
Venía por arbolados la voz dulce
como acercando un bosque húmedo y fresco,
y una estrella caía duramente,
fija, la antigua cicatriz de un beso.
De arena parecían los cielos, y volvía
poseso del rumor que cual dos alas
me ciñó en una ronda inacabable,
me ciñó al fin la flor de tu palabra.
¿Qué rojea en la noche sino el puro
labio tuyo? y corazón, estrella y sueño,
mueve un solo vaivén que lejos fluye,
turbio como distancia y como ruego.
Tu desnudez verás en mis ojos absortos,
mirarás mi horizonte que roe una fogata,
tú, que no serás nunca sino masa de llamas,
en mi honda noche de árboles, callada.
Desnudo en mi fervor y tú en tu sangre,
es más que seda suave este silencio,
en esta noche ancha en que germina
todo y palpita todo, aromas y luceros.
Volver cuando anoche en canto y frondas
y rumia el viento que lo aleja todo:
ya no veré sino una palma muda
y el cielo, un áureo torbellino, en torno.
Volver, los cielos parecían de arena,
ha mucho, hace un instante, ha mucho tiempo;
y nadie ha de quitarme esta noche en que fuiste
larga y desnuda carne vestida de mi aliento.
Volver la senda turbia oyendo al viento
rumiar lejos, muy lejos, de los días.
Por mi canción conocerás mi valle,
su hondura en mi sollozo has de medirla.
DEBO PARTIRME EN DOS
No se crean que es majadería.
Que nadie se levante aunque me ría.
Hace rato que vengo lidiando con gente
que dice que yo canto cosas indecentes.
Te quiero, mi amor,
no me dejes solo.
No puedo estar sin tí
mira que yo lloro.
¿No ven?, ya soy decente:
me fue fácil.
Que el público se agrupe y que me aclame.
Que se acerquen los niños,
los amantes del ritmo.
Que se queden sentados los intelectuales.
Debo partirme en dos.
Unos dicen que aquí,
otros dicen que allá
y sólo quiero decir,
sólo quiero cantar
y no importa la suerte
que pueda correr
una canción.
Unos dicen que aquí,
otros dicen que allá
y sólo quiero decir,
sólo quiero cantar,
y no importa que luego
me suspendan la función.
Yo también canté en tonos menores.
Yo también padecí de esos dolores.
Yo también parecía cantar como un santo.
Yo también repetí en millones de cantos:
Te quiero, mi amor,
no me dejes solo.
No puedo estar sin tí
mira que yo lloro.
Pero me fui enredando en más asuntos
y aparecieron cosas de este mundo:
«Fusil contra fusil», «La canción de la Trova»;
y «la era pariendo» se puso de moda.
Debo partirme en dos.
Unos dicen que aquí,
otros dicen que allá
y sólo quiero decir,
sólo quiero cantar
y no importa la suerte
que pueda correr
una canción.
Unos dicen que aquí,
otros dicen que allá
y sólo quiero decir,
sólo quiero cantar,
y no importa que luego
me suspendan la función.
Yo quería cantar encapuchado
y después confundirme a vuestro lado
aunque así no tuviera amigos y citas
y algún que otro favor de una chica bonita.
pero,
Te quiero, mi amor,
no me dejes solo.
No puedo estar sin tí
mira que yo lloro.
No voy a repetir ese estribillo.
Algunos ojos miran con mal brillo
y estoy temiendo ahora no ser interpretado:
casi siempre sucede que se piensa algo malo.
Debo partirme en dos.
Unos dicen que aquí,
otros dicen que allá
y sólo quiero decir,
sólo quiero cantar
y no importa la suerte
que pueda correr
una canción.
Unos dicen que aquí,
otros dicen que allá
y sólo quiero decir,
sólo quiero cantar,
y no importa que luego
me suspendan la función.
VOLVERÁN LAS OSCURAS GOLONDRINAS
(Cantado por Nacha Guevara)
Volverán las oscuras golondrinas
En tu balcón sus nidos a colgar
Y otra vez, con el ala en tus cristales,
Jugando llamarán.
Pero aquellas que el vuelo refrenaban
La hermosura y la dicha contemplar,
Aquellas que aprendieron nuestros nombres,
Esas no volverán.
Esas no volverán.
Esas no volverán.
Esas no volverán .
Volverán las tupidas madreselvas
De tu jardín, las tapias a escalar
Y otra vez a la tarde aún más hermosas
Sus flores abrirán.
Pero aquellas cuajadas de rocío
Cuyas gotas mirábamos temblar
Y caer como lágrimas del día
Esas no volverán.
Esas no volverán.
Esas no volverán.
Esas no volverán .
Esas no volverán
Esas no volverán
Esas no
Volverán del amor en tus oídos
Las palabras ardientes a sonar.
Tu corazón de su profundo sueño
Tal vez despertará.
Pero muda y absorta y de rodillas,
Como se adora a dios ante su altar,
Como yo te he querido desengáñate,
Así no te querrán.
Así no te querrán.
Así no te querrán.
Así no te querrán.
Esas no volverán.
Esas no volverán.
Esas no volverán.
CANTARES
(Cantado por Joan Manuel Serrat)
Todo pasa y todo queda
Pero lo nuestro es pasar
Pasar haciendo caminos
Caminos sobre el mar
Nunca perseguí la gloria
Ni dejar en la memoria
De los hombres mi canción;
Yo amo los mundos sutiles
Ingrávidos y gentiles
Como pompas de jabón
Me gusta verlos pintarse
De sol y grana, volar
Bajo el cielo azul, temblar
Súbitamente y quebrarse...
Nunca perseguí la gloria
Caminante son tus huellas
El camino y nada más;
Caminante, no hay camino
Se hace camino al andar
Al andar se hace camino
Y al volver la vista atrás
Se ve la senda que nunca
Se ha de volver a pisar
Caminante no hay camino
Sino estelas en la mar
Hace algún tiempo en ese lugar
Donde hoy los bosques se visten de espinos
Se oyó la voz de un poeta gritar
"Caminante no hay camino
Se hace camino al andar..."
Golpe a golpe, verso a verso
Murió el poeta lejos del hogar
Le cubre el polvo de un país vecino
Al alejarse le vieron llorar
"Caminante no hay camino
Se hace camino al andar..."
Golpe a golpe, verso a verso
Cuando el jilguero no puede cantar
Cuando el poeta es un peregrino
Cuando de nada nos sirve rezar
"Caminante no hay camino
Se hace camino al andar..."
Golpe a golpe, verso a verso
ÓLEO DE UNA MUJER CON SOMBRERO
Una mujer se ha perdido
Conocer el delirio y el polvo
Se ha perdido esta bella locura
Su breve cintura debajo de mí
Se ha perdido mi forma de amar
Se ha perdido mi huella en su mar.
Veo una luz que vacila
Y promete dejarnos a oscuras
Veo un perro ladrando a la luna
Con otra figura que recuerda a mí
Veo más: Veo que no me halló
Veo más: Veo que se perdió.
La cobardía es asunto
De los hombres, no de los amantes
Los amores cobardes no llegan a amores
Ni a historias, se quedan allí
Ni el recuerdo los puede salvar
Ni el mejor orador conjugar
Una mujer innombrable
Huye como una gaviota
Y yo rápido seco mis botas
Blasfemo una nota y apago el reloj
Qué me tenga cuidado el amor
Que le puedo cantar su canción.
Una mujer con sombrero
Como un cuadro del viejo Chagall
Corrompiéndose al centro del miedo
Y yo, que no soy bueno, me puse a llorar
Pero entonces lloraba por mí
Y ahora lloro por verla morir.
TE DOY UNA CANCIÓN
Cómo gasto papeles recordándote,
cómo me haces hablar en el silencio,
cómo no te me quitas de las ganas
aunque nadie me ve nunca contigo.
Y cómo pasa el tiempo que de pronto son años
sin pasar tú por mí, detenida.
Te doy una canción si abro una puerta
y de las sombras sales tú.
Te doy una canción de madrugada,
cuando más quiero tu luz.
Te doy una canción cuando apareces
el misterio del amor,
y si no lo apareces no me importa:
yo te doy una canción.
Si miro un poco afuera me detengo:
la ciudad se derrumba y yo cantando,
la gente que me odia y que me quiere
no me va a perdonar que me distraiga.
Creen que lo digo todo, que me juego la vida,
porque no te conocen ni te sienten.
Te doy una canción y hago un discurso
sobre mi derecho a hablar.
Te doy una canción con mis dos manos,
con las mismas de matar.
Te doy una canción y digo: “Patria”,
y sigo hablando para ti.
Te doy una canción como un disparo,
como un libro, una palabra, una guerrilla:
como doy el amor.
Desde el 11 hasta el 20 de un total de 27 Poemas de canciones