35 Poemas de la naturaleza
Hoy he disparado a un animal
Enviado por fran_pajarero Seguir
Padre, hoy he disparado a un animal
él ni siquiera me ha visto llegar
lo aceché, me arrastré y cuando lo tuve a tiro
no dudé y disparé, una y otra vez
Padre, hoy he disparado a un animal
y lo volvería a hacer mil veces
de frente y de espaldas, directo a la cabeza
el subidón de adrenalina mereció la pena
Padre, hoy he disparado a un animal
y tengo ganas de mucho más
quiero dispararle de nuevo, no aguanto
debo volver a ese lugar
Padre, hoy he disparado a un animal
y me encantaría disparar a otros
a sus hijos, a sus hermanos
y cualquiera que pase por allí
Padre, hoy he disparado a un animal
y voy a enseñar a mi hija a hacerlo
se que disfrutará, le encantará
va a ser mejor que yo, ya verás
Padre, hoy he disparado a un animal
y ¿sabes qué? podré hacerlo de nuevo
mañana y el mes que viene; yo y mis amigos
al mismo, una y otra vez nos lo llevaremos a casa
Padre, ¿sabes porqué?
porque disparé con una cámara fotográfica
disparé y vi como se perdía entre la maleza
disparé de la única forma que se debería
Padre, hoy he disparado a un animal
y volveré a hacerlo mil veces más
DEFENSA DEL ÁRBOL
Por qué te entregas a esa piedra
Niño de ojos almendrados
Con el impuro pensamiento
De derramarla contra el árbol.
Quien no hace nunca daño a nadie
No se merece tan mal trato.
Ya sea sauce pensativo
Ya melancólico naranjo
Debe ser siempre por el hombre
Bien distinguido y respetado:
Niño perverso que lo hiera
Hiere a su padre y a su hermano.
Yo no comprendo, francamente,
Cómo es posible que un muchacho
Tenga este gesto tan indigno
Siendo tan rubio y delicado.
Seguramente que tu madre
No sabe el cuervo que ha criado,
Te cree un hombre verdadero,
Yo pienso todo lo contrario:
Creo que no hay en todo Chile
Niño tan malintencionado.
¡Por qué te entregas a esa piedra
Como a un puñal envenenado,
Tú que comprendes claramente
La gran persona que es el árbol!
El da la fruta deleitosa
Más que la leche, más que el nardo;
Leña de oro en el invierno,
Sombra de plata en el verano
Y, lo que es más que todo junto,
Crea los vientos y los pájaros.
Piénsalo bien y reconoce
Que no hay amigo como el árbol,
Adonde quiera que te vuelvas
Siempre lo encuentras a tu lado,
Vayas pisando tierra firme
O móvil mar alborotado,
Estés meciéndote en la cuna
O bien un día agonizando,
Más fiel que el vidrio del espejo
Y más sumiso que un esclavo.
Medita un poco lo que haces
Mira que Dios te está mirando,
Ruega al Señor que te perdone
De tan gravísimo pecado
Y nunca más la piedra ingrata
Salga silbando de tu mano.
Silencio
¿Cómo es el silencio?
Es un eco silencioso,
donde se devuelve el murmullo
de voces apagadas en la noche,
así es el silencio.
Es calma, paz y armonía,
es una sonata
de muchas dimensiones,
ejecutada en silencio.
gbl
19/01/2018
Derechos Reservados de Autor
Yo buscaba Paz
Sentí la frescura del aire;
sentí la tierra tibia;
salpicada de piedras y de vidas.....
Miles de ojos abiertos,
entre grillos y chanchitos
de tierra...
me sumergí...
...Yo buscaba paz...
Inunde de aguas
sus grietas secas;
regué sus raíces;
sentí su olor a tierra;
Y mas allá del barro,
encontré estas palabras,
que versan y cantan....
Sentí la luna
en su esplendor fulgido;
imagine sus planetas,
sembrados de verdes prados;
con olor a flores y agua...
Imagine un bosques
de arboles perfumados;
con criaturas siderales;
disfrutando de sus frutos,
corriendo sin dirección...
...Yo buscaba paz......
Vengo de tan lejos,
en este viaje,
a través de mis sueños...
Atravesé paisajes bellos;
subí cerros;
olí aromas dulces;
enraíce mis pies a la tierra....
...Yo buscaba paz...
Sentí el placer
de andar descalza;
sentí la tierra tibia ,
salpicada de piedras y de vida;
desate todos los lazos materiales...
y viaje más liviana....
sólo asi,
logre.....La paz
La Naturaleza
La Naturaleza siempre nos sorprende,
Frente… al temporal de nieve desatado,
Un bonito ciervo… buscando el calor,
Se cobijó en una cuadra, cercana del lugar,
Junto a unas terneras… que lo acogieron,
Lamiéndolo hasta quitarle el frío,
La Naturaleza…Siempre nos enseña.
ÁRBOL
De ti una sombra se desprende
que la mía muerta parece
si al movimiento oscila
o rompe azulinas aguas frescas
a orillas del Ánapo, al que vuelvo esta noche
en que marzo lunar me incitó,
rico ya de alas y de hierbas.
No sólo de sombra vivo,
que tierra y sol y dulce don de agua
nuevos follajes te dieron
en tanto yo me inclino y seco
palpo en mi rostro tu corteza.
EL JARDÍN
La manga arrugada
del repollo,
la campana hueca
del pimiento,
la cebolla laqueada.
Remolachas, borraja, tomates.
Chauchas.
Entré y puse todo
sobre la mesa: cebollines, perejil, eneldo,
el zapallito como una luna pálida,
las arvejas con sus zapatos de seda, el maíz
hermoso que la lluvia empapó.
ME CELEBRO Y ME CANTO A MÍ MISMO
Me celebro y me canto a mí mismo.
Y lo que yo asuma tú también habrás de asumir,
Pues cada átomo mío es también tuyo.
Vago al azar e invito a vagar a mi alma.
Vago y me tumbo sobre la tierra,
Para contemplar un tallo de hierba.
Mi lengua, cada molécula de mi sangre formada por esta tierra y este aire.
Nacido aquí de padres cuyos padres nacieron aquí y
Cuyos padres también aquí nacieron.
A los treinta y siete años de edad, gozando de perfecta salud,
Comienzo y espero no detenerme hasta morir.
Que se callen los credos y las escuelas,
Que retrocedan un momento, conscientes de lo que son y
Sin olvidarlo nunca.
Me brindo al bien y al mal, me permito hablar hasta correr peligro.
Naturaleza sin freno, original energía.
3. ELEVACIÓN
Por encima de estanques, por encima de valles,
De montañas y bosques, de mares y de nubes,
Más allá de los soles, más allá de los éteres,
Más allá del confín de estrelladas esferas,
Te desplazas, mi espíritu, con toda agilidad
Y como un nadador que se extasía en las olas,
Alegremente surcas la inmensidad profunda
Con voluptuosidad indecible y viril.
Escápate muy lejos de estos mórbidos miasmas,
Sube a purificarte al aire superior
Y apura, como un noble y divino licor,
La luz clara que inunda los límpidos espacios.
Detrás de los hastíos y los hondos pesares
Que abruman con su peso la neblinosa vida,
¡Feliz aquel que puede con brioso aleteo
Lanzarse hacia los campos luminosos y calmos!
Aquel cuyas ideas, cual si fueran alondras,
Levantan hacia el cielo matutino su vuelo
-¡Que planea sobre todo, y sabe sin esfuerzo,
La lengua de las flores y de las cosas mudas!
Monterrey
El sol aquí no es normal,
se viste de rojo y blanco antes de tocar la ciudad.
El sol aquí se come todo...el color, las plantas, los alimentos, a mis padres, a mis hermanos. incluso consume nuestro deseo de ver a la noche tornarse en día.
Aquí nada se apaga, todo crece y crece seco, espigado, listo para atraparse en el fuego.
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