67 Poemas de sueños
GIRAN, GIRAN
Giran, giran,
los halcones
y en el vasto cielo
al aire de sus alas dan altura.
Alzas el rostro,
sigues su vuelo
y en tu cuello
nace un azul delta sin salida.
¡Ay, lejana!
Ausente siempre.
Gira, halcón, gira;
lo que dure tu vuelo
durará este sueño en otra vida.
Lucha por tus Sueños
Deja que termine la noche,
observa las estrellas y,
verás cómo has cambiado.
Momentos que has estado alegre,
habiendo sumado deseos.
Lucha por tus sueños,
permítete gritar alto, claro y limpio,
porque es tu obligación y deber.
Lucha por hacer de tu vida algo diferente,
deja de creer las palabras inocentes
de quienes no creyeron en sus sueños.
pues éstos mueven montañas y,
el Amor mueve el mundo.
Nunca pasará aquello
que no quieras que pase
porque tu luz te acompaña.
No somos seres oscuros ni crueles,
el Universo luce repleto de esperanzas
aunque a veces lo observes estático y lejano.
Lucha por tus sueños,
aunque la vida te maque un duelo
y un pulso a muerte.
UN SUEÑO LARGO, LARGO, UN YA FAMOSO SUEÑO...
Un sueño largo, largo, un ya famoso sueño,
que señales no da de que se está acercando el día,
pues no mueve ni un párpado el durmiente:
un sueño independiente y apartado.
¿Pereza como ésta se vio nunca?
En orilla de piedra,
bajo el calor, dejar pasar los siglos
y ni una vez mirar si el mediodía llega.
PROYECCIÓN ASTRAL
Por qué es de valor, el hombre tiene una alma.
El patio de recreo astral es a donde va.
Para librarlo a él mismo de límites del humano.
Toma un respirador y siente los sonidos.
No puedes decir una sílaba.
¡Avión astral, está demente!
¡El científico no lo puede explicar!
Me doy cuenta de que poseemos ojos para deslumbrarnos.
Una mente que filtra impresiones de nuestros sueños más altos
¡Porque supiste que los pensamientos nunca acabarán,
porque cuando duermes, eres libre de nuevo!
SOÑÉ QUE TÚ ME LLEVABAS
Soñé que tú me llevabas
por una blanca vereda,
en medio del campo verde,
hacia el azul de las sierras,
hacia los montes azules,
una mañana serena.
Sentí tu mano en la mía,
tu mano de compañera,
tu voz de niña en mi oído
como una campana nueva,
como una campana virgen
de un alba de primavera.
¡Eran tu voz y tu mano,
en sueños, tan verdaderas!...
Vive, esperanza ¡quién sabe
lo que se traga la tierra!
PASA Y OLVIDA
Peregrino que vas buscando en vano
un camino mejor que tu camino,
¿cómo quieres que yo te dé la mano,
si mi signo es tu signo, Peregrino?
No llegarás jamás a tu destino;
llevas la muerte en ti como el gusano
que te roe lo que tienes de humano...
¡lo que tienes de humano y de divino!
Sigue tranquilamente, ¡oh, caminante!
Todavía te queda muy distante
ese país incógnito que sueñas...
Y soñar es un mal. Pasa y olvida,
pues si te empeñas en soñar, te empeñas
en aventar la llama de tu vida.
DORMIR
¡Yo lo que tengo, amigo, es un profundo
deseo de dormir!... ¿Sabes?: el sueño
es un estado de divinidad.
El que duerme es un dios... Yo lo que tengo,
amigo, es gran deseo de dormir.
El sueño es en la vida el solo mundo
nuestro, pues la vigilia nos sumerge
en la ilusión común, en el océano
de la llamada «Realidad». Despiertos
vemos todos lo mismo:
vemos la tierra, el agua, el aire, el fuego,
las criaturas efímeras... Dormidos
cada uno está en su mundo,
en su exclusivo mundo:
hermético, cerrado a ajenos ojos,
a ajenas almas; cada mente hila
su propio ensueño (o su verdad: ¡quién sabe!)
Ni el ser más adorado
puede entrar con nosotros por la puerta
de nuestro sueño. Ni la esposa misma
que comparte tu lecho
y te oye dialogar con los fantasmas
que surcan por tu espíritu
mientras duermes, podría,
aun cuando lo ansiara,
traspasar los umbrales de ese mundo,
de tu mundo mirífico de sombras.
¡Oh, bienaventurados los que duermen!
Para ellos se extingue cada noche,
con todo su dolor el universo
que diariamente crea nuestro espíritu.
Al apagar su luz se apaga el cosmos.
El castigo mayor es la vigilia:
el insomnio es destierro
del mejor paraíso...
Nadie, ni el más feliz, restar querría
horas al sueño para ser dichoso.
Ni la mujer amada
vale lo que un dormir manso y sereno
en los brazos de Aquel que nos sugiere
santas inspiraciones. ..
«El día es de los hombres; mas la noche,
de los dioses», decían los antiguos.
No turbes, pues, mi paz con tus discursos,
amigo: mucho sabes;
pero mi sueño sabe más... ¡Aléjate!
No quiero gloria ni heredad ninguna:
yo lo que tengo, amigo, es un profundo
deseo de dormir...
PEQUEÑAS MUERTES
Los sueños son pequeñas muertes
tramoyas anticipos simulacros de muerte
el despertar en cambio nos parece
una resurrección y por las dudas
olvidamos cuanto antes lo soñado
a pesar de sus fuegos sus cavernas
sus orgasmos sus glorias sus espantos
los sueños son pequeñas muertes
por eso cuando llega el despertar
y de inmediato el sueño se hace olvido
tal vez quiera decir que lo que ansiamos
es olvidar la muerte
apenas eso.
NO QUIERO IRME A DORMIR YA...
No quiero irme a dormir,
Ya no sé qué será de mí y de mi vida.
No quiero irme a dormir,
Hace ya un tiempo que mis sueños no son agradables.
No quiero irme a dormir,
Me aterra lo que pueda pasar cuando despierte.
No quiero irme a dormir,
Van pasando las noches y cada vez menos comprendo.
No quiero irme a dormir,
Quiero detenerme un momento a pensar: “¿Qué puede ser peor?”.
No quiero irme a dormir,
¿Cuál es mi error?, ¿Cuál si no es amar?, no puedo arrancarme el corazón para dejar de sentir.
No quiero irme a dormir…
ANOCHE, ME DEJASTE Y DORMISTE
Anoche, me dejaste y dormiste
tu propio sueño profundo. Esta noche
te das vueltas y vueltas. Digo,
"Tú y yo estaremos juntos hasta
que se desintegre el universo".
Murmuras cosas que pensabas
cuando estabas ebrio.
Desde el 21 hasta el 30 de un total de 67 Poemas de sueños