EL ABANICO DE MADAME MALLARMÉ
Como sin otra expresión
que un latir que al cielo anhela
el verso futuro vuela
de la exquisita mansión
A la baja mensajera
es el abanico si
el mismo es que tras de ti
a sí propio espejo fuera
tan límpido (dónde cede
pues brizna a brizna la amarga
la poca ceniza vaga
sola que afligirme puede)
Siempre así palpite y siga
en tus manos sin fatiga
Autor del poema: Stéphane Mallarmé
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