EL CORAZÓN ROBADO 

Mi corazón babea y popa
de asco al cuartel y al caporal.
Le echan cucharadas de sopa.
Mi corazón babea y popa,
entre las chanzas de la tropa,
bajo una risa general.
Mi corazón babea y popa
de asco al cuartel y al caporal.

Itifálicos, soldadescos,
sus insultos le han depravado.
Por la tarde dibujan frescos
itifálicos, soldadescos.
¡Mares abracadabrantescos,
que el corazón sea salvado!
Itifálicos, soldadescos,
sus insultos le han depravado.

Autor del poema: Arthur Rimbaud

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