EL FUEGO VISIBLE
Esto es el fuego de la visibilidad,
astillas de trapos, enrojecidos restos
debajo de los pliegues de brasas, de las láminas
de yescas irritadas. Fuego de mesas
y de párrafos, de párpados entrecerrados
y de tintas de centellas; fuego
de curvas luminosidades; fuego
de danza y fenomenología, enraizado
en los filamentos de la apariencia.
Esto es el fuego que sale de los ojos:
el barro fino y frágil de las retinas,
los hilos de arcilla
de las heroicas pupilas. De tierra
el fuego en el aire de las aguas,
elemental, inconsciente maquínico
en su aleteo de adelgazado autómata
que se inflamara con pasiones y marioneta
en la mano fugaz y fervorosa
del oxígeno. Fuego central y fluido
de las cosas, los cuerpos. Fuego
de los nombres, pedacería de sonidos
ardiendo en los labios
del silencio imposible.
Autor del poema: David Huerta