EL PUERTO
El silencio por nadie se quebranta,
y nadie lo deplora.
Sólo se canta
la puesta del sol, desde la aurora.
Mas la luna, con ser
de luz a nuestro simple parecer,
nos parece sonora
cuando derraman las manos ligeras
las ágiles sombras de las palmeras.
Autor del poema: José Gorostiza
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