ES TEMPRANO AÚN
Es temprano aún.
Miro la oscura mañana en la ventana.
La cortina amarilla no está.
Aguda y grave
escucho las dos voces el viento
y, súbitamente, siento frío.
Me froto los tobillos. Las rodillas.
Golpeo las manos:
“Ninguna mano aplaude sola”.
Frente a la pared
sacudo los brazos como un espantapájaros;
lucho con la rapidez de mi sombra
y después recito de un tirón:
“Para entrar en el reino de lo cálido
tenemos que aprender a salir de la frialdad”.
Autor del poema: Juan Manuel Inchauspe
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