ESPUMAS
Este cuerpo de amor no necesita
quemar su luz en otra ardiente rama.
La lava en que se quema y que derrama,
por su propio volcán se precipita.
Tu hermosura sin voz sólo me incita,
no un corazón ni el vuelo de una llama.
Mi alimento es mi amor, y lo que ama
mi sangre, es esa piel, que un astro imita.
¿Qué esconde esa belleza? Sólo espumas,
Oh hermosa nada que a mi amor convoca,
raudo cielo sin Dios, mar sin secreto.
Pero besar todas sus dulces plumas
es ya el único sino de esta boca,
la única gloria ya de este esqueleto.
Autor del poema: José Luís Cano
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