ESTATUA ECUESTRE
Permanece el trote aquí,
entre su arranque y mi mano.
Bien ceñida queda así
su intención de ser lejano.
Porque voy en un corcel
a la maravilla fiel:
inmóvil con todo brío.
¡Y a fuerza de cuánta calma
tengo en bronce toda el alma,
clara en el cielo del frío!
Autor del poema: Jorge Guillén
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