10 Poemas de Franz Tamayo
HABLA OLIMPO
Yo fui el orgullo como se es la cumbre,
Y fue mi juventud el mar que canta.
No surge el astro ya sobre la cumbre?
Por qué soy como un mar que ya no canto?
No rías, Mevio, de mirar la cumbre
ni escupas sobre el mar que ya no canta.
Si el rayo fue, no en vano fui la cumbre,
Y mi silencio es más que el mar que canta.
LAS KHANTUTAS
Regia flor escarlata
del Ande innata,
su tinte en que el sol brinca
consagra al Inca.
Toda doncella
de fiera sangre India
renace en ella!
EL SCHERZO MATINAL (FRAGMENTO)
Nadie ha visto el milagro
Del primer día,
Cuando en el sutil agro
Amanecia!
Ojos huraños!
Esta aurora es la misma
que hace mil años!
PACHAMAMA
Lo que cifra y clarece
el mito aymara
fue alta ciencia tan rara
que se esvanece.
¡Un son, un signo,
y aún ausente el espíritu
es fidedigno!
PARA SIEMPRE
¡Para siempre! es el canto de la vida,
y todo son es son de despedida.
Brota un adiós de cada boca abierta,
y es toda boca en flor boca de herida.
SCHERZO DE PRIMAVERA (FRAGMENTO)
Hay una ciencia abstrusa
En toda forma
Que revela a la musa
La pauta y norma.
En líneas puras
Las ideas son célicas
Arquitecturas.
EL ULTIMO HUAYÑO
Guarda la tierra larvas
y el aire giros.
Pasan leves suspiros
y sombras parvas.
Así al destino
canto el último huayño
el cierzo andino!
BEETHOVEN
Jamás dolor más noble
vibró en la fibra!
Así insonora vibra
el alto roble!
Era Beethoven
dolor siempre sonoro
y siempre joven!
WILLIAM BLAKE
Vio lo invisible a todos
ojo de lince,
y en luzbélico esguince
se hurtó los nodos
Conflagró abismos
Y habita, salamandra,
sus cataclismos.
BALADA DE CLARIBEL
En la desolada tarde,
Claribel,
al claror de un sol que no arde,
Claribel,
me vuelve el amante alarde,
Claribel,
aunque todo dice: “Es tarde,
Claribel”.
Lleva en sus alas el viento,
Claribel,
tu nombre como un lamento,
Claribel,
y en vano mis ansias siento
volar tras aquel concento,
Claribel.
Voz con que pía la ausencia,
Claribel,
saudade, canora esencia,
Claribel,
¡Añoranza, transparencia
que la ausencia hace presencia,
Claribel!
Mar profundo y albo monte,
Claribel,
¿es posible que tramonte
Claribel
tras el húmedo horizonte,
y que las nieves remonte
Claribel?
El tiempo es por siempre ido,
Claribel,
y eres quizá todo olvido,
Claribel;
¡mas yo, iluso descreído,
aún pienso que me has querido,
Claribel!
El pan amargo en que muerdo,
Claribel,
hecho está de tu recuerdo,
Claribel.
Y el pasado nada acuerdo:
es un sueño en que me pierdo,
Claribel.
¡Oh mañana azul y rosa,
Claribel,
en que te vi mariposa,
Claribel!
Cantaba en el aire un ave:
“Claribel”,
suave cual la suave
Claribel.
Y unía el plumado clave
dulce risa y lloro grave:
¡Claribel!
¡Una música escondida,
Claribel,
eres por siempre en mi vida,
Claribel!
Maná de mi eterna herida,
leche rosa y luz florida,
Claribel.
Vierte mi labio un perfume:
Claribel,
musgo y clavel que resume
Claribel.
¡Mirra que eterna sahume,
óleo que no se consume,
Claribel!
De un nigromante el compás,
Claribel,
Trazó en mi alma: “Nunca más
Claribel”.
¡Y así a mis ojos jamás
como el alba volverás,
Claribel!
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