La primera vez
24 Marzo 2024, 06:29
Bajo el cielo estrellado y la luz de luna clara,
sobre la arena blanca y suave, salpicada de sal,
la cálida brisa del mar, con su olor a agua y sal,
a algas y conchas marinas, nos envuelve la noche.
Tumbados, tú, yo, y el amor.
Con el suave romper de las olas en la orilla,
como banda musical, y el cálido brillar de las estrellas,
solos tú, yo y la pasión.
Un fuego inmenso ardía en nuestros corazones,
recorriendo nuestros cuerpos, que en un abrazo se fundieron.
Tú y yo, un solo corazón.
Miedo y pasión, al mismo tiempo, se entrelazan,
en nuestros corazones se funden, mientras el deseo nos embriaga.
Por fin, entregarnos plenamente al amor que nos llama,
con dulzura, sin furia, pero con deseo y pasión ardiente.
Y así, como dos ríos que se unen en uno solo,
sin prisas, pero con todo el ardor que en nuestros corazones arde,
en un abrazo nos fundimos con el amor.
Nerviosos, tú, yo, y nuestro fervor.
Poco a poco, nuestros cuerpos en sagrada comunión se fundieron,
en un abrazo ardiente se unieron, mientras el amor nos envolvía
con sus misterios.
Un escalofrío recorrió mi cuerpo al sentir el tuyo excitado bajo el mío,
al sentir tus labios dulces y carnosos, como fresas frescas, en mis labios.
Deseosos, tú, yo, y la pasión.
Tus besos, como lluvia de estrellas, recorrieron mi cuerpo con dulzura,
y se fundieron con los míos, que te entregué con ternura.
Viajé como un cometa en un universo de pasión y amor,
la suave y salada brisa nos acariciaba, y la luna nos envolvía
con su pálida claridad.
Nos fundimos en un abrazo tan fuerte que el cielo tronó,
con tanta furia que, la luna y las estrellas,
celosas, quedaron de nuestro amor.
El viento susurraba en la noche mientras nuestros cuerpos se fundían.
El mar y la luna, como cómplices, tejían nuestro amor,
las olas con su espuma y perfume nos envolvieron.
Y allí, casi con vergüenza y pudor, estábamos los dos.
Tú, yo y nuestro eterno amor.