LOS FUGITIVOS INMÓVILES
Los jueves por la tarde, en el penal, los presos
es de rigor que laven sus tremendos vestidos:
asfixiantes camisas, pantalones obesos,
en públicas colectas para ellos recogidos.
Tienden, pues, las camisas crucificadas...
Y al fingir que se fugan los pantalones
cuando los mueve el viento en la madrugada,
de envidia mueren sus dueños en las prisiones.
Autor del poema: Manolo Cuadra
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