MARINA 

La luna en crespones
envuelve su faz
de muerta quimérica
y palpita el mar.

De pronto un relámpago
siniestro y brutal
hiende el cielo cárdeno
de un largo zig-zag.

Las olas convulsas
saltan sin cesar;
rugen, fosforecen
y vienen y van.

En la lejanía
silba el huracán
y rugen las furias
de la tempestad.

Autor del poema: Paul Verlaine

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