PARA SER VIENTO CONTIGO
A veces te imagino
como un viento cálido,
llegando a todos los rincones
desde algún paraíso del sur,
despeinando el océano,
acariciando los campos,
bailando entre las montañas
soplos de melodías
como si fueras un ángel.
Llegas a la orilla del mar
haciendo cantar a las caracolas,
y tanto ellas, como yo,
no paramos de susurrarte al oído.
No sé qué tienes,
pero tampoco me importa.
Agarro tu cabello
como a las recias crines
de un caballo salvaje,
caballo de brisa
con alas de sueños…
y me haces volar.
Por fin soy liviana,
soy de aire y me elevo.
Ya no tengo miedo.
-¿Cómo darte las gracias?-
Ahora me siento segura
sabiendo que mis suspiros
no son más
que las letras de tu nombre,
que se escapan de mi boca
para ser viento contigo.
Autor del poema: Verónica Teja
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