SE ASIENTA JUNTO A LOS REYES VENERABLES
Se asienta junto a los reyes venerables, cuando juzgan. Cuando los guerreros, reunidos, se entregan a las luchas, la Diosa les es propicia y los ayuda. Al que descuella por su valor y su fuerza, le es otorgado inmediatamente un premio hermoso, y él, en tanto, feliz, da gloria a sus padres. Ella favorece a los jinetes, cuando quiere; y a los que hienden el glauco mar agitado, cuando suplican a Hécate y al retumbante Poseidón, la Diosa ilustre les depara fácilmente, si quiere. Con Hermes, multiplica en los establos los rebaños de bueyes, y los rebaños de
cabras, y los rebaños de ovejas lanudas; y a su agrado, los acrece en número o los disminuye. En fin, como es hija única de su madre, se halla revestida de todos los honores entre los Dioses, y el Cronida la hizo nodriza de todos los hombres que, después de ella, vean con sus ojos la luz de la chispeante Eos. Así es que, desde un principio, nutre ella a los jóvenes, y tales son sus honores.
Autor del poema: Hesiodo