Sentado en el parque
11 Junio 2020, 05:56
Sentado, tranquilo y atento.
Viendo como pasan los pasos de agenos al andar.
La niña juega y aprende mientras su madre la observa.
Se prenden las luces cuando el sol se apaga.
La vida fluye y fluirá a pesar de los desastres,
y en tres parpadeos se concurre el lugar.
¡Cuántas vidas de extraños que nunca conoceré!
Almas heridas que ríen olvidando las desgracias.
Fue entonces cuando la vi,
y reflejó cual albedo los últimos rayos del sol.
Pero entre más lo pienso más miento,
no es que el sol brillara en ella sino ella en el sol.
Y el resto murió ante mí,
no es que hubiera defunción alguna,
sino que su luz los opacaba.
Ella estaba ahí sentada;
como yo...
viendo al resto;
como yo...
enamorada;
como yo...
al menos yo lo estaba.
Sus ojos eran reliquias, preciados como ningunos,
que aún con sus vitrinas sentía delito el mirarlos.
Hay mujeres hermosas en este mundo, pero como ella ninguna.
Y con las mejores telas se tejieron sus mejillas,
más sus labios... lo sobrepasaban todo... y es que,
si verla era delito besarla es pecado.
La perfección es subjetiva al igual que la belleza.
Pero en mi subjetividad personal,
cualquier defecto existente
en su dulce piel se perfecciona.
Pero entre más lo pienso más me miento,
y al parpadear tres veces más, la vi marcharse.
No hice nada ni podía, solo vi como se alejaba
y aquel chico la esperaba impaciente.
Y oscureció de nuevo, pero ahora estaba solo.
Rodeado por tantas personas, pero solo.
Sentado en el parque y escribiendo,
y con la idea de volver mañana.