SONETO 

Tuvo un Judas el santo apostolado;
muchas tiene el riquísimo diamante;
la mujer cuanto hermosa es inconstante
y hay nubes en el éter azulado.

Nunca está satisfecho el gobernado,
ni jamás es feliz el gobernante;
no se vio sin peligros navegante,
ni se halló sin zozobras un casado.

No existió Paraíso sin manzana,
ni sin espinas el rosal frondoso,
ni redención sin cruz infamatoria.

¿A qué engreírte, pobre raza humana,
si el que blasonas tanlo orgullo odioso
es miseria, y no más, lodo y escoria?

Autor del poema: Ricardo Palma

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