SONETO WATTEAU
Manón, la erbúrnea frente,
la de cabello empolvado
y vestidura crujiente,
¡tus ojos me han cautivado!
Eco de mi amor ardiente,
el clavicordio ha cantado
la serenata doliente
y el rondel enamorado...
¡Ven! el amor que aletea
lanza su flecha dorada
y en el mar que azul ondea,
surge ya la empavesada
galera flordelisada
¡que conduce a la Citerea!
Autor del poema: José Juan Tablada
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