Un recado bien servido
30 Abril 2022, 06:54
Hablé de ti a mi humilde corazón, Y aunque se negaba a escucharme, decidí hablarle a la fuerza, le dije que eras así como un ángel, así de tierna, así perfecta. Le dije que eras mi sueño más lindo y mi entera devoción… también le advertí que no se fuera a enamorar porque mirar tu rostro era como tener al frente la felicidad… le anticipe que no fuese a pensar que eras una mentira porque te describiría tan bella o tal vez mejor que a una verdad.
En eso me miro escéptico, pues, aun nada creía, entonces le mostré tu nombre grabado en el confín más remoto, de la memoria mía. Por consiguiente, le Dije: descubrí que ella no es hermosa como las rosas, sino que las rosas son hermosas como ella, y aumenté que eras mi insaciable antojo… le dije que tus ojos no son como estrellas sino más bien que las estrellas son bellas, pero solo porque son como tus ojos.
Y fue como si hubiese encontrado su aliciente a lo que le dije que si conocía una perla fina… Entonces ya frecuentaba tus dientes. Le dije además que no sé si lo entendía, pero desde que empecé a leerte a ti, no volví a leer más poesía.
Y para ese entonces mi corazón estaba como un niño en medio de un mundo todo lleno de golosinas.
Y para ese entonces mi corazón estaba como un hombre arrodillado ante una majestuosidad divina.
Y para ese entonces mi corazón por ti ya se aferraba a la vida.
Pues no es casualidad que sea el quién pregunta hoy por ti.
Me dice que te busque y que te encuentre, que jamás sintió un deseo tan intenso y fuerte como el que siente ahora por verte. Que si estar sin ti es vivir; Entonces que mejor prefiere tenerte en un efímero instante, tocarte y más tarde morir, tocarte y más tarde morir, tocarte y más tarde morir…
Porque desde que le hable de ti; ya puede vivir tranquilo.
Porque desde que le hable de ti; lo embriagaba la sangre cuál si fuera vino.
Porque desde que le hable de ti; ya no encuentra otro camino.
En tal caso yo digo a mi corazón amigo, vivimos igual, pues con vehemencia yo la espero.