Una noche de verano, una noche cualquiera.
18 Febrero 2019, 02:58
Pienso en ti y me invade,
lo prohibido, la pasión y el deseo.
Mi coincidencia bonita, fantasía cumplida,
una noche de verano, una noche cualquiera,
en la que Dios quiso que te conociera.
Empezabas a pintar, de azul clarito mi cielo,
combinación de verde y rosa mis prados,
cuando tan de prisa, el frío de tu corazón me congeló.
Desilusión, traición y olvido,
ya me habías preparado,
sin cobijo me abandonaste, a la misma suerte,
al mismo hoyo, de donde me rescataste.
Revelde mi corazón,
se rehusó a disfrutar de ti,
aún sabiendo que ya eras prohibido,
pues caprichoso alumbraste,
mis más oscuros y negros valores, pronto concebidos.
Pero al rescate fue,
nuestra gris y enseñorada moral,
resonando fuerte, también despacio,
la distancia prudente, el paraíso os concederá.
Entonces pues,
dejemos que muera en silencio, el deseo, aquella risa y por qué no también,
aquel efímero amor vivido.
Recorreremos quizá algún día,
aquellos rincones empolvados, y solo reiremos, quizá solo reiremos,
o quiza también los maldeciremos,
porque duele una coincidencia, que ya no es bonita, sino amarga.