Vuestros poemas
Depresion
Pues aqui estoy
Aun estoy vivo,
Aun confio
En mi mismo.
Pero esa confianza se va poco a poco,
Apenas me queda un trozo
De mi vieja identidad,
De mi viejo yo...
Y todo esto es culpa de nuestra sociedad,
Nuestra sociedad de mierda
Que nos hunde mas y mas
En la oscuridad de un abiso.
Un abiso llamado depresion...
¿Que hago?
¿Que coño hago
Aqui perdido?
Sin corazon dejado...
O mejor dicho,
Con el corazon quitado...
¿Que hago en esta sala
Con paredes de metal
Y sin ninguna salida?
¿Que hago en esta sala vacia
Llena de tristeza?
¿Cuanto tiempo tengo que esperar?
Para poder escapar,
Y asi gritar
Lo mas fuerte que pueda:
¡No quiero estar solo!
Aqui solo yo no quiero estar...
Esta generacion
"Hostias lo que acabo de ver!
Una tia tan buena,
No me lo puedo creer."
Esa es la reaccion
De un tio de esta generacion.
Hoy en dia ya no importa lo importante,
Con menos ropa y mas culo
Te consideran elegante.
Cumpleaños.
En la noche clara...
La luna de capricornio,
encendida y redonda,
se paró, a mirarme...
y llegó con un regalo,
un enorme lucero,
para besarme.
La música.
Le quería decir,…
Hablarle con música,
Y no… la escuchaba…
Y sintió solo tristeza,
Pues no era problema de oído,
Sino de su alma.
Falsa Vibra
Una novela revela tu realidad,
Capitulos extraños de tu falsedad,
Nubes tristes de tu verdad,
Escencia artifial en tu alma,
Muestras tu camino a ciegas,
Observando con la mentira en tus pasos,
Escencia de luz carente,
Mas tu corazón no esconde sus sentimientos,
La Caracola
Una niña enamorada,
de la música del mar,
escuchó una Caracola,
y se puso a soñar.
Soñaba... que era Sirena,
y navegaba por la mar,
con sus versos de agua,
de amor, y de libertad.
La niña enamorada,
envueltas en olas de sal,
ha visto nuestra bahía,
y en ella, se va ha quedar.
Escuchando la Caracola,
y a la música del mar,
con aires de libertad.
Nocturnal
Mi noche es como la sabana bañada de reflejo lunar
de tenue luz, que semejan coyuyos encendidos a lo lejos.
Recostado en mi cama miro al techo imaginado el firmamento
y la telaraña la comparo con las lejanas constelaciones.
Siento miedo, el corazón lo sabe latiendo como presa huida
del acoso del tenaz cazador. Mi alma se enfría temerosa.
Muerdo mis labios, se reseca la garganta, desencadena la angustia.
Me devuelve a la realidad el zumbido de los zancudos,
atrapado entre sábanas mojadas, sudadas emanando mi olor corporal.
Tal vez algún día despierte y sienta su presencia etérea
de mirada fija en mis ojos como despedida de vida.
gbl
13/02/2018
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