Vuestros poemas
dice ella
Sus ojos suplicantes me pidieron
una tierna mirada, y por piedad mis ojos
se posaron en los suyos…
Pero él me dijo: ¡Más!
Sus ojos suplicantes me pidieron
una sonrisa, y por piedad
mis labios sonrieron a sus ojos
Pero él me dijo:¡Más!
Sus manos suplicantes me pidieron
que le diera más, y en mi afán
de contentarlo, le entregué mis manos…
Pero él mi dijo: ¡Más!
Sus labios suplicantes me pidieron que el
diera mi boca y por gustar
sus besos, le entregué mi boca trémula…
Pero él me dijo:¡Más!
dice el
Le pedí una mirada, y al mirarme
brillaba en sus pupilas la piedad,
y sus ojos parecen que decían;
¡No puedo darte más!.
Le pedí un beso, ¡Un beso! y al dejarme
sobre sus labios el amor gustar,
su cuerpo contra el mío,
me decía:
¡No puedo darte más!
Le pedí, en una súplica suprema,
que me diera su ser… y al estrechar
su cuerpo contra el mío me decía:
¡No puedo darte más!
depedida
Quizás te diga un día, que dejé
de quererte, aunque siga
queriéndote más allá de la
muerte ;y acaso no comprendas
en esta despedida, que, aunque
el amor nos une,
nos separa la vida.
Quizás te diga un día que se
me fue el amor,
y cerraré los ojos para amarte
mejor, porque el amor nos
ciega, pero vivos o muertos,
nuestros ojos cerrados, ven
mejor que estando abiertos.
Quizás te diga un día, que
dejé de quererte, aunque siga
queriéndote más allá de la
muerte; y acaso no
comprendas en esa
despedida, que nos
quedamos juntos
para toda la vida.
una flor
Una tarde bendecida
me diste , amada , una flor,
y de entonces su perfume
embriaga mi corazón.
Era un jazmín blanco y puro
más no tanto como tú ;
emblema de mis ensueños
símbolos de tu vida.
Yo lo conservo en mi pecho
y en el siempre vivirá;
lo han marchitado mis besos
y lo he regado al llorar.
Pero conserva el aroma
de tu aliento virginal
de tus lágrimas la huella,
de tus miradas quizá.
Será el dulce compañero
de mi triste soledad;
y mientras tú no me olvides
jamás me abandonarás.
Más, acaso por desgracia,
te olvidaras de mi amor,
no resistirán sus hojas
la tormenta del dolor.
Y en medio de mi amargura,
de mi angustia y aflicción,
se deshará en mil pedazos,
¡Y con el corazón!
yo no quiero que nadien me consuele
Yo no quiero que nadie me consuele
si me mata la fuerza de tu amor…
Si me matan los besos insaciables,
Fervorosos, ardiente que te doy.
Quiero yo que te invadan la tinieblas
cuando ya para mi no salga el sol.
Quiero yo que sucumbas y enloquezca,
¡loca sí, muerta sí, te quiero yo !
Mi querida, mi bien, mi soberana,
mi refugio, mi sueño, mi caudal,
mi laurel, mi ambición, mi santa madre…
¡y todavía más!
te amo
Me borraste del libro de tu vida,
más no tengo reproches que lanzarte;
si me llamé tuya y consentí en amarte,
no me muestro por ello arrepentida.
No es perenne el amor, no hay fuerza
capaz de contemplarlo eternamente…
Tú y yo nos adoramos locamente, no
importa que haya sido una mañana.
Dulce huella en mi espíritu has dejado
por que en mi corazón ¡Oh mi bien
amado!
no se abrieron las rosa de estío..
Yo no quiero no debo reprocharte,
porque espero algún día perdonarte
y llamarte de nuevo, amado mio.
la hora del amor
La hora del amor,
tiene color de lilas
y mensajes dormidos,
con sabor de manzana.
tu cuerpo cual la hidra
que cobija mi cuerpo,
con el loco deseo
de eternizar el tiempo.
A la hora del amor
se cierra la garganta
acallando mil cantos
melodías del alma,
me atengo a ti enredada,
y soy cual mariposa,
aleando en tus entrañas.
La hora del amor
se aquieta y en silencio,
es de los dos el tiempo,
y no existen distancias…
tu boca
Tu boca hecho con mágicos pinceles,
más que boca es cualquier húmeda granada
que pide tentadora y encarnada
un beso audaz que la derrita en mieles.
Cuando en tus risas entreabrirlas sueles
se difunde en la atmósfera extasiada
el grato olor de fruta sazonada
que hay en la intimidad de los vegetales.
Es abreviada gruta de frescura
constreñido paréntesis de flores
y animado jardín en miniatura.
Yo la besare en férvido embeleso
para sentir, muriéndose de amores,
la eternidad en la embriagues de un beso.
el beso
Con candoroso embeleso
y rebozando alegría,
me pides morena mía
que te diga… ¿Qué es un beso?
Un beso es el eco suave de un canto,
que más que canto es un himno sacrosanto
que imitar no puede el ave.
Un beso es el dulce idioma
con que hablan dos corazones,
que mezclan sus impresiones
como las flores su aroma.
Un beso es…no seas loca…
¿Por qué me preguntas eso?
¡Junta tu boca a mi boca
y sabrás lo que es un beso!
se equivoca la paloma
Se equivocó la paloma.
Se equivocaba.
Por ir al Norte, fue al Sur.
Creyó que el trigo era agua.
Se equivocaba.
Creyó que el mar era el cielo;
que la noche la mañana.
Se equivocaba.
Que las estrellas eran rocío;
que la calor, la nevada.
Se equivocaba.
Que tu falda era tu blusa;
que tu corazón su casa.
Se equivocaba.
(Ella se durmió en la orilla.
Tú, en la cumbre de una rama.)
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