Poemas
Aquí, en la portada, puedes leer los 100 mejores poemas de siempre, según vuestros votos, separados en dos listas: 50 son de autores consagrados, y los otros 50 de usuarios. Tiene mucho mérito aparecer en esta selección, así que si te esfuerzas a lo mejor te puntúan tan bien que sales aquí. ¡No dejes de intentarlo!
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EFÍMERAS
Idos, dulces ruiseñores.
Quedó la selva callada,
y a su ventana, entre flores,
no sale mi enamorada.
Notas, salid de puntillas;
está la niñita enferma...
Mientras duerme en mis rodillas,
dejad, ¡oh notas!, que duerma.
Luna, que en marco de plata
su rostro copiabas antes,
si hoy tu cristal lo retrata
sacas, luna, la espantes.
Al pie de su lecho queda
y aguarda a que buena esté,
coqueto escarpín de seda
que oprimes su blanco pie.
Guarda tu perfume, rosa,
guarda tus rayos, lucero,
para decir a mi hermosa,
cuando sane que la quiero.
EL ULTIMO HUAYÑO
Guarda la tierra larvas
y el aire giros.
Pasan leves suspiros
y sombras parvas.
Así al destino
canto el último huayño
el cierzo andino!
A JUÁREZ
Sobria de barro indígena la verdad de tu vida.
Tuvo niñez de espigas y maduró en maíz.
Ganaste tu destino por la oveja perdida
y le diste a los árboles una nueva raíz.
Yo miro junto a un lago tu pobreza zurcida
y la mano del día que te dio su barniz.
La justicia en tus labios sus torres consolida
y tu solemnidad tiene un aire feliz.
Eres el Presidente vitalicio, a pesar
de tanta noche lúgubre. La República es mar
navegable y sereno si el tiempo te consulta.
Y si una flor silvestre puedo dejarte ahora
es porque el pueblo siente que en su esperanza adulta
tu fe le dará cantos para esperar la aurora.
DEL SILENCIO IMPOSTADO
Nos mandan a callar.
Nos quieren cobardes y sumisos,
mas no entienden nada.
No saben que vivimos de ilusión
de sonrisas y de esperanza.
Y que por mucho que pase el tiempo,
o que crezcan las amenazas,
no desaparecerá el orgullo que han herido.
No se pierde la voluntad,
sino que se hace más fuerte.
Ni con mentiras, ni con migajas.
nos podrán convencer.
Porque hemos estado allí,
porque somos sus radicales
porque somos sus delincuentes.
Nos quieren cobardes,
dóciles, sumisos.
Pero nos encontraran siempre delante.
Siempre enfrente.
AMOR Y AUSENCIA
¡Que dulce sabe el amor
tras el dolor de la ausencia
cuando hay fiel correspondencia
entre amada y amador!
Cuando, en su separación,
cual la amante aguja esclava
del Norte, siempre apuntaba,
uno al otro corazón;
Cuando el sol que alumbra el día,
¡día de eterno desearse!
tan sólo para buscarse
al uno y otro servía,
Y la enamorada bella
soñaba sueños de miel
con su amado, y jamás él
soñaba sino con ella.
Cuando sordos los oídos
y los ojos con ceguera,
cuando de su amor no fuera
les hablaba sin sentidos.
Y querrían que hasta el viento,
en todo tiempo y lugar
les hablara sin cesar
de su único pensamiento…
Y la más preciosa estrella
y el más bello ángel de Dios
era feo para los dos,
porque no era ni él ni ella.
Porque fuera de su amor,
no había mundo ni vida
y era hermosura perdida
cuanto más hizo el Señor.
No vuelvas ni a mi memoria
¡o infierno del mal ausente!
Con razón dice el creyente
que ver a Dios es la gloria:
que el infinito consuelo
que siento al volverte a ver,
me dice cual ha de ser
el de ver al Dios del Cielo.
¡Oh Dios! Hasta en tu rigor
reconozco tu clemencia.
Por tu bondad es la ausencia
resurrección del amor.
¡Tu no sabes, vida mía,
cuan bella te encuentro ahora
y como te ama y te adora
el que apenas te quería!
Como el campo al redimido
bajo de un cielo esplendente,
o como al convaleciente
el bocado apetecido.
NIRVANA
sin mucha elección
y casi sin quererlo,
él era un joven
a bordo de un autobús
que cruzaba Carolina del Norte
rumbo a
algún lugar
y empezó a nevar
y el autobús paró
en un café
sobre las colinas y
los pasajeros
entraron.
él se sentó en el mostrador
con los demás,
pidió y le
trajeron su comida,
que estaba particularmente buena
lo mismo que el café.
La camarera no era
como las mujeres que él
había conocido.
No se hacía la interesante,
un humor natural emanaba
de ella.
El cocinero decía
cosas locas.
El lavacopas,
atrás,
se reía
con una risa
limpia
y placentera.
el joven miraba
la nieve a través de las
ventanas.
Quería quedarse
en ese café
para siempre.
Un curioso sentimiento
lo inundó:
que todo
era
bello
ahí,
que todo permanecería
siempre bello
ahí.
entonces el chófer
avisó a los pasajeros
que ya era tiempo de irse.
el joven
pensó, me voy a quedar
aquí, me voy a quedar aquí.
Pero
se levantó y siguió a
los otros hasta
el autobús.
Encontró su asiento
y miró el café
por la ventanilla.
el autobús arrancó,
dobló una curva,
y fue camino abajo,
alejándose de las colinas.
el joven
miraba
hacia adelante.
Los otros pasajeros
charlaban de otras cosas
leían
o
intentaban
dormir.
no se habían dado cuenta
de la magia.
el joven
puso su cabeza
contra el asiento,
cerró los ojos,
fingió
dormir.
Nada quedaba
sólo escuchar el
sonido
del motor,
el sonido de las
ruedas
en la nieve.
PADRE HOMERO
No sabemos si era uno o muchos .
Ni siquiera sabemos si existió o lo inventamos
para dar un dueño y una leyenda
a los poemas que formaron
al mundo en que vivimos.
Las cuencas vacías de sus ojos
iluminan como dos soles
las aguas, las islas y las playas
el mediterráneo.
Tampoco sabemos que las historias
que canto tuvieron raíces
en la historia real o fueron fantaseadas
por su imaginación incandescente.
Yo lo adivino
como un viejecito bondado
soy excéntrico divirtiendo
a niños y ancianos
con fabulosas aventuras
de guerreros y monstruos
en una época inusitada
en que hombres y dioses
andaban entreverados
y las batallas se ganaban
con caballos de madera,
elíxires y agias.
Lo diviso entre sombras y
chisporroteo de fogatas,
en aldeas con olora
vino y aceite,
pulsando su ira
acompañado
por el murmullo del mar
y la resaca,
rodeado de caras expectantes.
Su fantasía y verba
embellecían las anécdotas
que traían los marineros de sus viajes.
LA NOCHE DEL CUERPO
En la noche del cuerpo se preparan
los alimentos de Dios,
la cena carmesí de los esclavos, el místico bocado
de los turbios amantes-
sudor, lágrimas, mierda-
el humus lento, el óvalo marchito,
el resto náufrago del visionario,
el regalo sedente
que se posa en la tierra-
un vapor de Demonios
rodea los Testimonios.
En la noche del cuerpo
se preparan de nuevo
para sus explosiones
diurnas, para el momento
en que habrán de salir
entre el humo feroz de su estallido.
TODO
Los muertos no necesitan
aspirina o
tristeza
supongo.
pero quizás necesitan
lluvia.
zapatos no
pero un lugar donde
caminar.
cigarrillos no,
nos dicen,
pero un lugar donde
arder.
O nos dicen:
Espacio y un lugar para
volar,
da
igual.
los muertos no me
necesitan.
ni los
vivos.
pero quizás los muertos se necesitan
unos a
otros.
En realidad, quizás necesitan
todo lo que nosotros
necesitamos
y
necesitamos tanto
Si solo supiéramos
que
es.
probablemente
es
todo
y probablemente
todos nosotros moriremos
tratando de
conseguirlo
o moriremos
porque no
lo
conseguimos.
Espero que
cuando yo esté muerto
comprendas
que conseguí
tanto
como
pude.
EL ATARDECER DE LA VIDA
Sobre las cumbres
hay paz,
en las copas de los árboles
apenas puedes
percibir un aliento,
los pajarillos han enmudecido en el bosque.
Espera, pronto
descansarás tú también.
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