Poemas
Aquí, en la portada, puedes leer los 100 mejores poemas de siempre, según vuestros votos, separados en dos listas: 50 son de autores consagrados, y los otros 50 de usuarios. Tiene mucho mérito aparecer en esta selección, así que si te esfuerzas a lo mejor te puntúan tan bien que sales aquí. ¡No dejes de intentarlo!
Si quieres buscar el contenido clasificado por autor, visita nuestra sección de Autores
CANCIÓN DEL CORSARIO
En su fondo mi alma lleva un tierno secreto
solitario y perdido, que yace reposado;
mas a veces, mi pecho al tuyo respondiendo,
como antes vibra y tiembla de amor, desesperado.
Ardiendo en lenta llama, eterna pero oculta,
hay en su centro a modo de fúnebre velón,
pero su luz parece no haber brillado nunca:
ni alumbra ni combate mi negra situación.
¡No me olvides!... Si un día pasaras por mi tumba,
tu pensamiento un punto reclina en mí, perdido...
La pena que mi pecho no arrostrara, la única,
es pensar que en el tuyo pudiera hallar olvido.
escucha, locas, tímidas, mis últimas palabras
-la virtud a los muertos no niega ese favor-;
dame... cuanto pedí. Dedícame una lágrima,
¡la sola recompensa en pago de tu amor!...
TU CUERPO QUE DESEO Y QUE RECHAZO...
Tu cuerpo que deseo y que rechazo
mi voluntad domina. Como el vino
mi mente turba, excita y reconforta.
Después, saciado, siento oscuramente
vergüenza del placer así logrado.
Mas al cabo de un tiempo, tu apetencia
resurge en mí acuciante y desespero
y te busco si no te hallo cercana.
No eres joven ni hermosa, sin embargo.
Pero he de conseguirte nuevamente.
A ti, aunque se me ofrezcan las más bellas.
Y no me importa entonces el orgullo,
vileza, sumisión o servilismo.
Embriagarme en tu cuerpo es lo que importa.
Mi voluntad domina. Como el vino
que la garganta exige, imprescindible,
necesito obtener, poseer tu cuerpo:
esta dosis que viaja hacia mí mismo.
LA DEL PIRATA COJO
No soy un fulano
con la lágrima fácil,
de esos que se quejan sólo por vicio.
si la vida se deja yo le meto mano
y si no aún me excita mi oficio,
y como además sale gratis soñar
y no creo en la reencarnación,
con un poco de imaginación
partiré de viaje enseguida
a vivir otras vidas,
a probarme otros nombres,
a colarme en el traje y la piel
de todos los hombres
que nunca seré:
al capone en chicago
legionario en melilla
pintor en montparnasse.
mercenario en damasco
costalero en sevilla
negro en nueva orleans.
viejo verde en sodoma
deportado en siberia
sultán en un harén.
¿policía? ni en broma
triunfador de la feria
gitanito en jerez.
tahur en montecarlo
cigarrillo en tu boca
taxista en nueva york.
el más chulo del barrio
tiro porque me toca
suspenso en religión.
confesor de la reina
banderillero en cádiz
tabernero en dublín.
billarista a tres bandas
insumiso en el cielo
dueño de un cabaret.
arañazo en tu espalda
tenor en rigoletto
pianista de un burdel.
bongosero en la habana
casanova en venecia
anciano en shangri la.
polizón en tu cama
vocalista de orquesta
mejor tiempo en le mans
cronista de sucesos
detective en apuros
conservado en alcóhol.
violador en tus sueños
suicida en el viaducto
guapo en un culebrón.
morfinómano en china
desertor en la guerra
boxeador en detroit.
cazador en la india
marinero en marsella
fotógrafo en play boy.
pero si me dan a elegir
entre todas las vidas, yo escojo
la del pirata cojo
con pata de palo
con parche en el ojo,
con cara de malo,
el viejo truhán, capitán
de un barco que tuviera
por bandera
un par de tibias y una calavera
ENTRE SÁBANAS...
Entre sábanas blancas bordadas en seda
todas las mañanas renace nuestro amor.
Tus besos y caricias hacen que suceda,
me entrego extasiada a tus deseos sin temor.
Con hermosos ojos del color del cielo
recorre mi cuerpo tu seductora mirada.
Me enciendo lentamente y derrites mi hielo.
Imagino mil cosas, pero no digo nada.
Pierdo los sentidos, el corazón no se equivoca,
me acarician suavemente y recorren tus manos.
En ese momento mi boca busca tu boca,
y como fieras salvajes al amor nos entregamos.
Nuestros cuerpos enlazados terminan abrazados,
en tu rostro sereno se refleja la calma.
Un máximo gozo nuestros cuerpos alcanzaron,
estando unidos por siempre en el cuerpo y el alma.
Después de amarnos, compartimos la almohada.
Una tenue luz del sol ya entra por la ventana.
Nos miramos a los ojos sin decirnos nada,
hemos vuelto a amarnos, como todas las mañanas.
MATERNIDAD
Un arrullo de sangre por las venas.
Un cansancio de luz en las pupilas,
un escozor de ala en las axilas
y en la carne un preludio de azucenas.
Un lento madurar de horas y penas,
sordo río de noches intranquilas,
y en el simple silencio en que te exilias,
buscar los senos y encontrar colmenas.
Sentir más cerca la razón del nido.
Pulsar toda la espera en un latido,
analizar la curva en las corolas,
y escuchar que tu angustia se convierte
en un llanto que triunfa de la muerte
sobre un encendimiento de amapolas.
AMOR, AMOR
Anda libre en el surco, bate el ala en el viento,
late vivo en el sol y se prende al pinar.
No te vale olvidarlo como al mal pensamiento:
¡lo tendrás que escuchar!
Habla lengua de bronce y habla lengua de ave,
ruegos tímidos, imperativos de amar.
No te vale ponerle gesto audaz, ceño grave:
¡lo tendrás que hospedar!
Gasta trazas de dueño; no le ablandan excusas.
Rasga vasos de flor, hiende el hondo glaciar.
No te vale decirle que albergarlo rehúsas:
¡lo tendrás que hospedar!
Tiene argucias sutiles en la réplica fina,
argumentos de sabio, pero en voz de mujer.
Ciencia humana te salva, menos ciencia divina:
¡le tendrás que creer!
Te echa venda de lino; tú la venda toleras;
te ofrece el brazo cálido, no le sabes huir.
Echa a andar, tú le sigues hechizada aunque vieras
¡que eso para en morir!
EL LAGO
Esta nieve que pisas va a convertirse en barro
y en el lago veré mi rostro sin el tuyo.
He transitado el borde de la orilla,
he querido cruzarlo sin mojarme los pies
y he tropezado tanto que me duelen las manos.
Debajo de la hierba esperan piedras
que reciben mi piel como una encrucijada.
Pero no se la apropian,
los cuerpos son tan bellos cuando el tiempo los toca
que no nos pertenecen,
son un bosque prohibido.
Quedará para siempre la marca de un reflejo
porque no van los brazos a olvidarlo todo
aunque se hagan más grandes nuestras dudas.
Las canciones que olvidas son huellas en la nieve
y en la piel de los lagos se deshace el futuro.
AIRE
aire
viciado
alta
es la causa
solo
aire
que va
suave
aire
que mata
respirado en mi
ciudad
RETRATO
Esta es mi cara y ésta es mi alma: leed.
Unos ojos de hastío y una boca de sed...
Lo demás, nada... Vida... Cosas... Lo que se sabe...
Calaveradas, amoríos... Nada grave,
Un poco de locura, un algo de poesía,
una gota del vino de la melancolía...
¿Vicios? Todos. Ninguno... Jugador, no lo he sido;
ni gozo lo ganado, ni siento lo perdido.
Bebo, por no negar mi tierra de Sevilla,
media docena de cañas de manzanilla.
Las mujeres... - sin ser un tenorio, ¡eso no! -,
tengo una que me quiere y otra a quien quiero yo.
Me acuso de no amar sino muy vagamente
una porción de cosas que encantan a la gente...
La agilidad, el tino, la gracia, la destreza,
más que la voluntad, la fuerza, la grandeza...
Mi elegancia es buscada, rebuscada. Prefiero,
a olor helénico y puro, lo "chic" y lo torero.
Un destello de sol y una risa oportuna
amo más que las languideces de la luna
Medio gitano y medio parisién - dice el vulgo -,
Con Montmartre y con la Macarena comulgo...
Y antes que un tal poeta, mi deseo primero
hubiera sido ser un buen banderillero.
Es tarde... Voy de prisa por la vida. Y mi risa
es alegre, aunque no niego que llevo prisa.
EPITAFIO DE UN MUCHACHO MUERTO EN ABRIL
MURIÓ. ¡Más no lloradlo!
¿No vuelve abril, cada año,
desnudo, en flor, cantando,
en su caballo blanco?
Desde el 2801 hasta el 50 de un total de 50 Poemas