501 Poemas de amor
dame la mano
Dame la mano y volaré a tu lado
Dame la mano y bailaré a tu lado
Dame la mano y dormiré a tu lado
Dame la mano para perecer a tu lado
CUÁNTAS VECES, AMOR...
Cuántas veces, amor, te amé sin verte y tal vez sin recuerdo,
sin reconocer tu mirada, sin mirarte, centaura,
en regiones contrarias, en un mediodía quemante:
eras sólo el aroma de los cereales que amo.
Tal vez te vi, te supuse al pasar levantando una copa
en Angola, a la luz de la luna de Junio,
o eras tú la cintura de aquella guitarra
que toqué en las tinieblas y sonó como el mar desmedido.
Te amé sin que yo lo supiera, y busqué tu memoria.
En las casas vacías entré con linterna a robar tu retrato.
Pero yo ya sabía cómo era. De pronto
mientras ibas conmigo te toqué y se detuvo mi vida:
frente a mis ojos estabas, reinándome, y reinas.
Como hoguera en los bosques el fuego es tu reino.
Amor
Deja que la brisa te arrulle,
Y que el agua roce tu cuerpo,
Que mis labios acaricien tú boca,
Y mis manos tú silueta.
Deja que tu luz me ilumine,
para que mi atardecer no sea gris…
Deja mi esplendor como lo fui de día…
Y no dejes que muera todo en mi.
LA VOZ A TI DEBIDA
Tú vives siempre en tus actos.
Con la punta de tus dedos
pulsas el mundo, le arrancas
auroras, triunfos, colores,
alegrías: es tu música.
La vida es lo que tú tocas.
De tus ojos, sólo de ellos,
sale la luz que te guía
los pasos. Andas
por lo que ves. Nada más.
Y si una duda te hace
señas a diez mil kilómetros,
lo dejas todo, te arrojas
sobre proas, sobre alas,
estás ya allí; con los besos,
con los dientes la desgarras:
ya no es duda.
Tú nunca puedes dudar.
Porque has vuelto los misterios
del revés. Y tus enigmas,
lo que nunca entenderás,
son esas cosas tan claras:
la arena donde te tiendes,
la marcha de tu reloj
y el tierno cuerpo rosado
que te encuentras en tu espejo
cada día al despertar,
y es el tuyo. Los prodigios
que están descifrados ya.
Y nunca te equivocaste,
más que una vez, una noche
que te encaprichó una sombra
-la única que te ha gustado-.
Una sombra parecía.
Y la quisiste abrazar.
Y era yo.
ORILLAS DEL AMOR
Como una vela sobre el mar
resume ese azulado afán que se levanta
hasta las estrellas futuras,
hecho escala de olas
por donde pies divinos descienden al abismo,
también tu forma misma,
ángel, demonio, sueño de un amor soñado,
resume en mí un afán que en otro tiempo levantaba
hasta las nubes sus olas melancólicas.
Sintiendo todavía los pulsos de ese afán,
yo, el más enamorado,
en las orillas del amor,
sin que una luz me vea
definitivamente muerto o vivo,
contemplo sus olas y quisiera anegarme,
deseando perdidamente
descender, como los ángeles aquellos por la escala de espuma,
hasta el fondo del mismo amor que ningún hombre ha visto.
SOLA
Enviado por tuentiendes Seguir
EN LA MAÑANA ME LEVANTE Y VI MI CAMA
ME ACORDE DE TU FRAGANCIA EN MI PIJAMA
ME AFERRE EN MI ALMOAHADA
RECORDANDO TU MIRADA
COMO OLVIDAR ESA MIRADA
SI POR CULPA DE ELLA YA NO QUEDA NADA
ME ENCUENTRO CON EL CORAZON VACIO
SON TRISTEZAS QUE ME ENCADENAN AL VACIO
CON PEQUEÑAS GOTAS DE ROCIO
MIRANDO EL CUADRO VACIO
NUNCA TE OLVIDO
UN BESO PROHIBIO
A VECES ME ESCUCHO CON ATENCION
RECORDANDO LO VIVIDO
DEL CARIÑO Y EL FRUTO PROHIBO
COMO LOS CELOS QUE HE TENIDO
QUIZAS TE DIGA UN DIA
QUE DEJE DE QUERTE
AUNQUE SIGA QUERIENDOTE
MAS ALLA DE LA MUERTE
Tu condena
Hoy que tus ojos
gosan de otro cielo
y que has atrapado a otro
con tu señuelo
dime cómo apagar
tu fuego,
que arde y quema,
que daña y envenena
que me a dejado sin
libertad, qué me a dejado
atrapado en tu condena
YA NO HAY GRISES
Ya no hay grises,
no puedo ni siquiera intuirlos.
No sé el cómo ni el porqué,
pero si cuando los perdí.
Tu luz borró las sombras de mi mundo,
y ahora estoy aprendiendo de nuevo a vivir.
Ya no hay más grises,
y todo ello es gracias a tí.
El solo hecho de saber que existes,
me hace ser más feliz.
Y aunque aún no conozcas quién soy,
yo ya te he regalado todo mi corazón.
(Colaborador de Yavendrás)
AMOR, AMOR
Anda libre en el surco, bate el ala en el viento,
late vivo en el sol y se prende al pinar.
No te vale olvidarlo como al mal pensamiento:
¡lo tendrás que escuchar!
Habla lengua de bronce y habla lengua de ave,
ruegos tímidos, imperativos de amar.
No te vale ponerle gesto audaz, ceño grave:
¡lo tendrás que hospedar!
Gasta trazas de dueño; no le ablandan excusas.
Rasga vasos de flor, hiende el hondo glaciar.
No te vale decirle que albergarlo rehúsas:
¡lo tendrás que hospedar!
Tiene argucias sutiles en la réplica fina,
argumentos de sabio, pero en voz de mujer.
Ciencia humana te salva, menos ciencia divina:
¡le tendrás que creer!
Te echa venda de lino; tú la venda toleras;
te ofrece el brazo cálido, no le sabes huir.
Echa a andar, tú le sigues hechizada aunque vieras
¡que eso para en morir!
Para mi
Como la flor para la abeja.
El néctar al picaflor.
Mi guitarra, mi adición.
Letra de mi canción.
Tinta para el papel.
Goma para el carbón.
Mi respirar, mi latir.
El ritmo a mi corazón.
Recorriendo tus caminos.
Tocando mi cajón.
Imaginando a cada paso,
El camino a la pasión.
Tu piel para mis manos.
Mis sueños tu olor.
Tus labios para los mios.
Mi amor para tu amor.
Tus abrazos mi sonrisa.
Tus caricias debilidad.
Tu mirada mi viaje.
Mi viaje a la inmunidad.
Desde el 201 hasta el 210 de un total de 501 Poemas de amor
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