59 Poemas de enamorados
CURSO ACELERADO PARA APRENDER A MIRAR
Miro dentro de ti y veo ciudades que se abren de piernas,
ciudades que esperan que la alegría las insemine
y haga nacer así una historia de amor
que comience bien, que siga bien y acabe bien.
Miro dentro de ti y sospecho con alegría
que contienes siete futuros diferentes
pero todos son conmigo.
Miro dentro de ti y surgen desde las entrañas
esas ganas intactas de decirte
que nos mudemos a vivir juntos
aunque ya vivas conmigo.
Qué cosa esta de pasarme la vida
deseando hacer, vivir y tener
las cosas que ya hago, vivo y tengo contigo.
Miro dentro de ti con los ojos de puntillas,
con el corazón saltando en el colchón,
miro con los 7 sentidos,
con las palmas de las manos,
sin bajar la bandera del taxímetro
porque no se puede mirar de otra manera
que inventando otra manera de mirarte.
Y mirarte así, por ejemplo, desde las canciones
que otros te hicieron cuando no te escribían a ti.
Eso es lo que yo sé hacer. Es lo que mejor hago.
Yo miro. Yo te miro. Yo siempre te miro
y no sé hacer otra jodida cosa que mirarte.
Llevo 3 años mirándote y ahora puedo decir
que todo lo que miré en mis vidas anteriores
fue para aprender hoy a mirar sin faltas de ortografía,
para aprender que solo salen bien unas historias.
Aquellas en las que se aprende a mirar de dos maneras:
a la vez
y en una misma dirección.
DOS PALABRAS
Esta noche al oído me has dicho dos palabras
comunes. Dos palabras cansadas
de ser dichas. Palabras
que de viejas son nuevas.
Dos palabras tan dulces que la luna que andaba
filtrando entre las ramas
se detuvo en mi boca. Tan dulces dos palabras
que una hormiga pasea por mi cuello y no intento
moverme para echarla.
Tan dulces dos palabras
— que digo sin quererlo — ¡oh, qué bella, la vida! —
Tan dulces y tan mansas
que aceites olorosos sobre el cuerpo derraman.
Tan dulces y tan bellas
que nerviosos, mis dedos,
se mueven hacia el cielo imitando tijeras.
Oh, mis dedos quisieran
cortar estrellas.
ES POR ESO, ES POR TI
Si mis dedos se alargan es porque tú vives
y algo de ti me pide,
o algo de mis manos exigen
que acuda hacia el contacto,
que ruede hacia el milagro.
Por eso mis dedos te buscan en cada mapa
donde el deseo plantea una nueva coordenada,
de camino a ti,
de camino al mundo.
Yo te sigo por esto y porque me gusta
ver a mis pies volverse daltónicos
y confundir tus rojos con mis verdes
tus semáforos abiertos como una fruta madura
que estalla en nuestra boca,
con la pulpa del sexo buscando aire
en el contacto de otra piel,
como un oasis de pólvora
donde quemarnos en pleno desierto
cuando el corazón mastica arena
y bandadas de nubes pasajeras
que nunca rompen en agua que apague la sed.
Yo te viajo. Yo decido viajarte
en lugares sin nombre
donde solo nos hagamos la paz,
donde descorchemos nuestros cuerpos
como tapones sin billete de vuelta,
donde nos mojemos con el agua azul de las victorias
pisándole los charcos a la duda
para que deje de aguarnos la cama.
Si me estiro,
si me rompo,
si me busco frente a ti
es por eso,
es por ti,
y por todo lo que no cuento
y tú ya sabes.
Si estuvieras aquí
Tanto pero tantos recuerdos hermosos, las palabras que decías, tu sonrisa es tan angelical que me deslumbraba, fue así tan especial que me enamoré de ti sin saber que el tiempo tenía otros caminos, camino que nadie quiere Seguir, el camino de la tristeza, el dolor Y angustia. Una promesa rota, un corazón destrozado, destino al que nadie quiere llegar. Hoy, pasado tanto tiempo, sólo queda una herida abierta, una herida que jamás se cerrará, no existe medicina ni ciencia que lo cure. Tu, tu sigues y tal vez sientes la falta de ese ser que te amaba con locura, ese ser que sin importar nada, siempre estuvo ahi para ti. Tu lo sabes , y cuando lees mis palabras, estoy seguro que de tus ojos corren lágrimas, porque sabes que no merecía que me quites el aliento, ese aliento que tu me inspirabas y que al sacarme hoy me convertiría en un ser vivo por fuera pero muerto por dentro. Se que tu también sufres y tal vez buscas refugio en otros seres, pero nadie te ará ni dará el amor tan puro como el que te e dado yo. No porque sea yo un egoísta, tu sabes que fuimos perfectos hasta el momento en que un mal se a adueñado de ti. J.J R
Tú
Enviado por sol_desolado Seguir
Pequeño espectro de luz,
tan desapercibido y frágil,
sin embargo, importante
como la esencia de la vida
que se pierde con el tiempo.
Tocas mi alma sin mi consentimiento,
cada día de rotación existencial,
no me quejo de las sensasiones,
un tanto inexplicables, un tanto confusas,
pero que me hacen sentir amena.
Erizas mis bellos con tus caricias
como si un rayo impactara en mí,
un pequeño rayo, cálido,
que eleva mi energía
y la transforma en amor.
Tus delicados labios con los míos,
combinación perfecta,
hay tanta energía fluyendo
que me es imposible parar.
Me gusta esta montaña rusa,
me gustas Tú.
Todo el caos que te acompaña
se complementa con el mío,
formando la destrucción de la nada
y el comienzo del todo,
Tú, mi entropía.
CONTEMPLAD ESTE CURTIDO ROSTRO
Contemplad este curtido rostro, estos ojos grises,
Estas barbas, este blanco vellón intenso sobre mi pecho,
Mis oscuras manos y estos modales silenciosos y sin atractivos que yo tengo;
Sin embargo, hay uno de Manhattan que acude siempre
cuando yo parto, y me despide posando sobre mis labios el beso leve de un sólido amor,
Y yo mismo en el cruce de una calle o en el puente de un
navío le devuelvo el beso,
Nosotros observamos este saludo de camaradas norteamericanos
en la tierra y en el mar,
Y somos nosotros estas dos naturales y despreocupadas personas.
EL ENCUENTRO
Vagábamos sin sentido
en alas de no sé qué;
yo, por algo que se fue;
tú, por algo presentido.
En el sendero perdido
el acaso nos juntó,
y recobrados tú y yo
de la divina sorpresa,
me dije: "Por fin regresa";
pensaste: "Por fin llegó".
Abrazáme
Necesito que tus brazos me revivan
que me abracen fuertemente,
para nunca más sentir la soledad,
que cada abrazo deje impregnado
tu calor en mi piel,
y se lleve el frío,
cuando la noche arropa las horas,
y se cierra la cortina de la vida.
gbl
28/06/2018
Derechos Reservados de Autor
EL DOCTOR
Estoy preocupado,
hacía demasiado que no me encontraba así.
Siento que la vida me da patadas por el pecho,
que tengo una tropa de niños salvajes botando en las costillas,
que un brutal tsunami va a galope por mi cráneo.
He ido al doctor a por respuestas.
Dice que no me preocupe,
pero ante mi insistencia,
y para calmarme,
accedió a hacerme unos análisis
y el resultado es preocupante:
subida súbita de los niveles corporales de adrenalina,
dopamina, serotonina, oxitocina y vasopresina,
estrógenos y testosterona disparadas,
las endorfinas en ala delta por el cielo más azul de este verano.
Y no solo eso. También acuso falta de concentración,
exaltación intensa parecida a la que se produce
cuando consumes sustancias psicoactivas,
reducción de la presión sanguínea,
dilatación de los capilares subcutáneos,
disminución drástica de la sensibilidad al dolor,
las pupilas colonizando todo el iris
y además me he vuelto más valiente, temerario y audaz.
Y dice que tú eres la responsable,
que tú tienes la culpa de todo
y que no es grave,
que no me preocupe
que simplemente
me he enamorado.
CREÍ QUE TE HABÍAS MUERTO...
Creí que te habías muerto, corazón mío,
en Junio.
Creí que, definitivamente, te habías muerto:
sí, lo creí.
Que, después de haber esparcido el revoloteo púrpura
de tu desesperación, como una alondra caíste en el
alféizar; que te extinguiste como el fulgor atemorizado
de un espectro; que como una cuerda tensa te rompiste,
con un chasquido seco y terminante.
Creí que, acorralado por tus desvaríos, traicionado por
los todavías, alcanzado por las evidencias, exhausto,
abatido, habías sido derribado al fin.
Y contigo, se desvanecieron los engarces entre
sentimientos, imágenes, suposiciones y pruebas.
Se me fueron abriendo las costuras de la memoria: ya
me estaba acostumbrando a vivir sin ti.
Pero tus fragmentos estallados se han ido
buscando, encontrando, cohesionándose como gotas de
mercurio, sin cicatriz ni señal.
Y ahí estás, otra vez inocente, sin acusar enmienda ni
escarmiento, guiando, dirigiendo, adentrando en ti el
peligro, como si fueras invulnerable o sabio, como si,
recién nacido apenas, ya fueras capaz de distinguir, en
el mellado filo del clavel,
la espada
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