LA FUGA DE LA LUNA 

Hay paz para los sentidos,
Una paz soñadora en cada mano,
Y profundo silencio en la tierra fantasmal,
Profundo silencio donde las sombras cesan.

Sólo el grito que el eco hace chillido
De algún ave desconsolada y solitaria;
La codorniz que llama a su pareja;
La respuesta desde la colina en brumas.

Y súbitamente, la luna retira
Su hoz de los cielos centelleantes
Y vuela hacia sus cavernas sombrías
Cubierta en velo de gasa gualda.

Autor del poema: Oscar Wilde

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